Un grupo de activistas ambientalistas ocupó por unos momentos la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia, en un intento por llamar la atención mundial a la “emergencia climática” y los daños que causan los grandes cruceros que atraviesan a diario el centro de la norteña ciudad italiana.
En el cierre de la 76 Muestra Internacional de Cine de Venecia, entre 300 y 400 personas, organizadas por el movimiento Campamento Climático de Venecia, se plantaron este sábado a las puertas del Palacio del Cine de Lido para que “el mundo deje de dar la espalda a las catástrofes climáticas que nos afectan”.
Los manifestantes portaron pancartas con denuncias sobre el impacto que los cruceros tienen en Venencia y su entorno, y la amenaza del cambio climático mundial, y después se retiraron voluntariamente, aunque planean que algunos permanezcan ahí hasta la entrada de los invitados a la noche final del festival.
Señalaron que su lucha es pacífica y buscan la atención global, en este caso del mundo del cine, y decidieron retirarse para evitar enfrentamientos con la policía, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias italiana Ansa.
El Campamento Climático de Venecia indicó en su página web que desean hacer de la ciudad un “símbolo de la lucha contra el cambio climático, usemos el Festival Internacional de Cine como escenario mundial para ser vistos y escuchados”.
“El Campamento Climático de Venecia ha hecho sonar la alarma. El mensaje es claro, la tierra está ardiendo. Ha llegado el momento de movilizarse, de tomar medidas serias, de garantizar la justicia social y climática”, añadió.
El festival cierra esta noche con una ceremonia para otorgar sus mayores galardones en el Palacio del Cine, donde cientos de periodistas del mundo se darán cita, y los activistas climáticos externaron su intención de aprovechar la ocasión.
Para el grupo, Venecia es una ciudad costera que estará particularmente sujeta a los efectos del cambio climático y el aumento del mar, y las autoridades lejos de tomar medidas al respecto permiten el paso de los grandes cruceros, contaminantes y devastadores para el medio ambiente.
Las protestas contra las embarcaciones en la laguna veneciana dieron inicio hace unos 13 años, tras demandas de activistas de que el paso de los pesados barcos estaba dañando los cimientos de la ciudad, y desde entonces se busca la prohibición.