Los manifestantes en Hong Kong desoyeron por segundo día las restricciones policiales al salir de la zona autorizada para un mitin y marchar de nuevo en protesta por la actuación de las fuerzas de la ley en las últimas semanas.
Miles de personas comenzaron a marchar desde el parque Chater, situado en el corazón de Wan Chai, el distrito financiero de la isla de Hong Kong, aunque sin un punto de destino claro.
Pese a la prohibición, las autoridades esperaban que esto ocurriese, como muestra el hecho de que se plantasen barreras de seguridad a las afueras de la comisaría de la Policía -cerrada poco antes de las 16:00 hora local- y de la oficina de la jefa ejecutiva de Hong Kong (líder del Gobierno), Carrie Lam, cuya dimisión reclaman desde hace semanas los manifestantes.
No obstante, y pese a que un pequeño grupo de personas se quedó a las puertas de la comisaría, la mayor parte de los manifestantes continuaron hacia la zona de Causeway Bay, situada hacia el este del punto inicial de la marcha.
Allí, según medios locales, parte de los manifestantes se detuvieron frente al popular centro comercial Sogo, donde arrancaron algunas vallas para hacer barricadas y formaron una cadena para repartir cascos y paraguas, entre otras cosas.
Mientras tanto, otro grupo de manifestantes llamaba a marchar hacia la Oficina de Enlace -órgano oficial que representa a Pekín en Hong Kong-, y otros marchaban en dirección oeste.
La mayoría de los que participaron en el mitin o en la marcha vestían de negro y portaban pancartas con lemas como “Que pare la violencia” o “Liberad Hong Kong”, e incluso se veían banderas independentistas.
Poco después de las 17:00 hora local, el diario local South China Morning Post informó de la presencia de agentes antidisturbios en la calle Connaught, una gran avenida que atraviesa la zona financiera.
La congregación del parque Chater tiene permiso para permanecer allí hasta las 23:00 hora local.
Mientras tanto, la Policía publicó un mensaje en Twitter en el que da constancia de que “algunos de los participantes” del mitin salieron de la zona permitida y se dirigieron a zonas en las que “obstruyeron el tráfico”, y pidió a los ciudadanos que permanezcan atentos a los mensajes que la institución publique.
Una portavoz de la Policía, Yolanda Yu Hoi-kwan, reclamó a los ciudadanos que no se unan a esta marcha y recordó que, de hacerlo, podrían incurrir en un delito de manifestación ilegal, castigado por la ley hongkonesa con penas de entre 3 y 5 años de prisión y multas de 5,000 dólares de Hong Kong (639 dólares).
Informes señalan de nuevos enfrentamientos entre manifestantes y policías, quienes usaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los primeros, quienes a su vez utilizaron extintores para atacar a los oficiales.
El diario South China Morning Post señaló que al menos una docena de manifestantes fueron detenidos en los últimos choques con la policía.
Esta nueva protesta se produce un día después de la celebrada en el barrio periférico de Yuen Long, en el que el pasado día 21 resultaron heridas 45 personas después de un ataque a manifestantes por parte de supuestos miembros de las tríadas (mafias chinas).
Decenas de miles de manifestantes mostraron ayer su repulsa por la cuasi inexistente respuesta policial a aquel ataque en una marcha prohibida por la Policía.
Finalmente, al menos 23 personas resultaron heridas y otras once detenidas, entre ellas, uno de los organizadores, Max Chung Kin-ping.
Este es un nuevo capítulo de las manifestaciones que comenzaron a principios de junio en Hong Kong contra una controvertida propuesta de ley de extradición, que han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad, cuya soberanía recuperó China en 1997 con el compromiso de mantener hasta 2047 las estructuras establecidas por los británicos.
Fuente: EFE