Una decena de ciudades estadunidenses se encuentran en alerta hoy en el inicio de las redadas contra inmigrantes con órdenes de deportación, al mismo tiempo que el presidente estadunidense Donald Trump señaló «discúlpenme, no puedo permitirles entrar a nuestro país».
De acuerdo a las cifras oficiales, el objetivo son alrededor de dos mil inmigrantes con órdenes de deportación ya inapelables en ciudades como Baltimore, Chicago, Los Angeles, Miami o Nueva York.
La administración Trump ha dado gran publicidad a esta medida, tomada en la primera etapa de la campaña por la renovación del Ejecutivo estadunidense, donde se va a la selección de candidatos, en particular del Partido Demócrata pues en el Republicano el abanderado será el actual mandatario.
El pasado viernes, el vicepresidente Mike Pence visitó dos centros de detención en el sureño estado de Texas, los más cuestionados por las condiciones en que retiene a los migrantes sin documentos, en particular a los niños.
Pero este domingo, en su cuenta de Twitter, Donald Trump escribió que esa visita mostró a los políticos y a la prensa «lo bien y limpios que se encuentran esos centros de detención», y agregó que noticias como las que ha publicado The New York Times sobre la falta de higiene y hacinamiento son falsas.
Las áreas donde se encuentran los adultos están limpias, pero saturadas, reconoció el jefe de la Casa Blanca, pero también con gran número de criminales, acotó.
En ese marco indicó «discúlpenme, no puedo permitirles entrar a nuestro país. Si hay demasiada saturación, díganles que no vengan a Estados Unidos y a los Demócratas que anulen las lagunas legales. Problema resuelto».
El alcalde Bill de Blasio informó que las redadas ya comenzaron en Nueva York, aunque omitió proporcionar datos, informó el canal 4 neoyorquino.
Por su parte, el canal 11 en Baltimore, también de la cadena CBS, dijo que en protección del personal de migración, no habrá información previa del operativo.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) reiteró que el objetivo son extranjeros que amenacen la seguridad nacional, pública y de las fronteras.
En Mariland, en la costa este, abogados que defienden a inmigrantes y a sus representantes, se encuentran movilizados para prestar su ayuda a quien lo solicite.
La gente debe permanecer junta en solidaridad, evitando el pánico, dijo Lydia Walther-Rodriguez, de la organización CASA.
En Miami contratistas expresaron su temor de quedarse sin los trabajadores de la construcción que contratan cada día, pues estos se quedarían ocultos para evitar las redadas.
Esta falta de mano de obra en el sector de la construcción afectaría sobre todo las áreas del Pequeño Haití y la Pequeña Habana, donde acuden los trabajadores para ser contratados.
Jose Ortega, contratista de la Pequeña Habana, señaló al canal 10 que había visto a unos 20 trabajadores en espera de ser contratados, pero precisó que era una cifra baja porque «todo mundo tiene miedo» y no sale.
Fuente: Crónica