La sonda espacial japonesa Hayabusa2 aterrizó exitosamente este jueves en el asteroide Ryugu para una misión sin precedentes de recoger muestras de rocas de debajo de la superficie.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, o JAXA, anunció este jueves que Hayabusa2 comenzó el descenso desde una altitud de 20 mil metros poco antes de las 2:00 GMT del miércoles, a una velocidad de 40 centímetros por segundo.
Después de cerca de 10 horas, cuando la sonda se encontraba a cinco mil metros sobre el asteroide, bajó su velocidad de descenso a 10 centímetros por segundo, tal como estaba previsto, destacó la cadena NHK.
Datos provenientes de la sonda mostraron que aterrizó en el asteroide cerca de las 1:20 GMT de este jueves.
En febrero la sonda realizó el primer aterrizaje en Ryugu. JAXA cree que, en esa ocasión, Hayabusa2 recogió exitosamente muestras de rocas de la superficie del asteroide.
En esta oportunidad, intentará recoger rocas que se encuentran debajo de la superficie, las cuales se cree que no han sido afectadas por los rayos cósmicos. Los científicos creen que dichas rocas sin alteración revelarán más información sobre el origen de la vida y la formación del sistema solar.
JAXA señaló que es el primer intento de la historia de investigar el interior de un asteroide. También dijo que el aterrizaje fue complicado, ya que el sitio elegido tiene tan solo unos siete metros de diámetro.
La sonda abandonará la órbita del asteroide hacia diciembre de 2019 y realizará un viaje de regreso a la Tierra que durará un año.
La pequeña nave espacial no tripulada, equipada con cámaras y sensores, también estudiará la gravedad, temperatura y condiciones de superficie del asteroide.
Lanzada en diciembre de 2014 desde el Centro Espacial Tanegashima en el suroeste de Japón, Hayabusa2 ha realizado un viaje sin problemas y ha ajustado su órbita desde antes de llegar a su destino, dijo la agencia.
Se espera que regrese a la Tierra a fines de 2020 con muestras de roca. Hay científicos que creen que podría contener agua y materia orgánica desde los tiempos en que nació el sistema solar, hace cuatro mil 600 millones de años.
El Ryugu en forma de diamante, que se estima tiene un diámetro de aproximadamente 900 metros en observaciones anteriores, viaja alrededor del Sol una vez cada 16 meses, pasando cerca de las órbitas de la Tierra y Marte.
Fuente: Crónica