Este sábado se han programado marchas tanto en París como en las ciudades de Marsella, Lille, Montpellier, Ruan, Lyon y Toulouse, en un momento en que el movimiento, no obstante, pierde fuerza.
En detalle, el Ministerio del Interior francés había estimado que unas 9.500 personas marcharon a nivel nacional el 1 de junio, la tasa de participación más baja desde el inicio de las protestas, que han llegado a reunir a cerca de 300.000 manifestantes.
Las protestas continúan pese a las propuestas del Gobierno galo para abordar las preocupaciones de los ‘chalecos amarillos’. En abril, Macron les había ofrecido recortes de impuestos pero pidió a cambio ciertos compromisos, entre ellos jornadas laborales más extensas.
En opinión del periodista Guillermo Saavedra, «los ‘chalecos amarillos’ decidieron entrar en política» y luchan para que el poder en Francia se descentralice.