Cuando la Administración Trump declaró una emergencia el mes pasado y aceleró la venta de más armas estadounidenses a Arabia Saudita, hizo algo más que enojar a los miembros del Congreso que se opusieron a esa venta por motivos humanitarios.
También aumentó la preocupación de que los saudíes pudieran obtener acceso a la tecnología que les permitiera producir sus propias versiones de bombas guiadas de precisión estadounidenses, armas que han utilizado en ataques contra civiles desde que comenzaron a pelear una guerra en Yemen hace cuatro años.
La autorización de emergencia le permite a Raytheon Co., una de las principales firmas de defensa de Estados Unidos, asociarse con los saudíes para construir piezas de bombas de alta tecnología en Arabia Saudita. Esa disposición, de la que no se había informado anteriormente, es parte de un amplio paquete de información que la Administración reveló esta semana al Congreso.
La medida otorga a Raytheon y a los saudíes permiso de barrido para comenzar a ensamblar los sistemas de control, la electrónica de guía y las tarjetas de circuitos que son esenciales para las bombas inteligentes Paveway de la compañía. Los Estados Unidos han protegido de cerca dicha tecnología por razones de seguridad nacional.
Múltiples informes de grupos de derechos humanos en los últimos cuatro años han señalado que las armas se utilizan en ataques aéreos a civiles.
El nuevo acuerdo es parte de un paquete de armas más grande, previamente bloqueado por el Congreso, que incluye 120 mil bombas de precisión guiada que Raytheon está preparado para enviar a la coalición.
La declaración de emergencia, invocada en parte debido a las tensiones con Irán, provocó un amplio rechazo bipartidista de los legisladores preocupados no sólo por la guerra, sino también por si la Administración de Trump estaba usurpando la autoridad del Congreso para aprobar la venta de armas.
Un grupo de senadores que incluye a Lindsey Graham, Rand Paul y a Robert Menendez, anunciaron el miércoles que introducirían 22 medidas separadas que expresaban la desaprobación de los acuerdos.
«Se debe confiar en pocas naciones menos que en Arabia Saudita», dijo Paul en un comunicado el jueves. «En los últimos años, han fomentado atrocidades humanas, han mentido repetidamente a los Estados Unidos y han demostrado ser un paria regional temerario. Es preocupante e irresponsable que Estados Unidos continúe proporcionándoles armas».
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Fuente: Reforma