Al menos 32 personas, entre ellos tres vigilantes de seguridad, murieron como resultado de un motín en una cárcel de la ciudad tayika de Vahdat, informaron autoridades locales.
El viceministro de Justicia de Tayikistán, Mansurdzhón Umárov, dijo que “durante el motín perdieron la vida tres guardias y 29 presos, ocho de los cuales fueron asesinados por otros reclusos”.
El centro penitenciario, situado a unos 15 kilómetros al sureste de Dusambé, cuenta con unos mil 500 reclusos, indicó la agencia Sputnik.
Según la información preliminar, unos 30 reclusos armados con cuchillos y otros objetos punzantes, en su mayoría aquellos que cumplían sentencia por haber militado en el llamado Estado Islámico (EI), tomaron como rehenes a tres guardias y exigieron la libertad.
La administración intentó resolver el asunto por la vía negociada, pero entre los presos comenzó una reyerta que degeneró en un enfrentamiento violento.
Las fuerzas del orden lograron reducir a los amotinados y recuperar el control de la situación.
Las autoridades tayikas identificaron entre los autores del motín a Bejruz Gulmudov, de 20 años, hijo de un exjefe de las fuerzas especiales tayikas que era uno de los dirigentes del EI en Siria, donde murió en septiembre de 2017.
Gulmudov fue condenado en julio de 2017 a 10 años de prisión tras haber intentado unirse a las filas del Estado Islámico en Siria
En noviembre de 2008, al menos 26 personas murieron durante un motín en una cárcel en Juyand, la segunda ciudad más poblada de Tayikistán con 700 mil habitantes. Un “exmiembro” del EI empezó esta revuelta para conseguir una evasión masiva de prisioneros.
Tayikistán, un país laico cuya mayoría de la población es de confesión musulmán sunita, tiene como una de sus prioridades la lucha contra el integrismo religioso.
Las autoridades de este país fronterizo con Afganistán consideran que unos mil tayikos se unieron a las filas de grupos yihadistas en Siria e Irak.
Fuente: Notimex