Con cuatro días de retraso sobre la agenda prevista por sus problemas al frente del Gobierno, la presidenta brasileña Dilma Rousseff realizó este viernes su primera visita de Estado, de apenas un día de duración, a Colombia, un país en el que, a pesar de compartir 1.645 kilómetros de frontera, ningún mandatario brasileño había puesto el pie desde 2005. Pese a tratarse de un viaje casi relámpago, Rousseff y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, aprovecharon para fortalecer unas relaciones bilaterales y comerciales que ya suponen un intercambio de más de 4.000 millones de dólares. Santos agradeció el “permanente impulso” dado por Brasil al proceso de paz colombiano, que Rousseff puso como “orgullo” para el hemisferio.
La última vez que un mandatario brasileño estuvo en Colombia fue en 2005. El entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encontró con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe. Hablaron de integración económica, con el telón de fondo de un momento agitado en la región, debido a que Venezuela daba entonces sus primeros pasos para adherirse a Mercosur. Lula también habló de paz y expresó el apoyo de su país ante cualquier proceso que en Colombia tuviera el objetivo de alcanzarla. Diez años después, con un proceso avanzado de paz con la guerrilla de las FARC y con un incremento de 165% en el comercio bilateral frente a las cifras de 2005, la presidenta brasileña Dilma Rousseff visitó la Colombia de Juan Manuel Santos acompañada por ministros y empresarios.
La visita oficial de Rousseff empezó el viernes por la mañana con una ceremonia con honores militares en la Casa de Nariño (residencia presidencial) y continuó con una reunión privada entre los equipos de Gobierno brasileño y colombiano. En esta sesión se firmaron varios acuerdos, entre los que se destaca el de cooperación y de facilitación de inversiones entre las dos naciones, otro de cooperación en asuntos indígenas en las regiones fronterizas, el de promoción de estudios e investigación y uno más en cooperación de tecnologías de la información.
En una declaración conjunta, la mandataria brasileña aplaudió el apoyo al proceso de paz colombiano. En este aspecto, destacó el desarrollo agrario y la agricultura familiar como “un apoyo integral de Brasil en la reconstrucción del país en el posconflicto”. Y no dudó en agradecer a Juan Manuel Santos por el proceso de paz que, en sus propias palabras, “es un orgullo para el hemisferio, el éxito de dicha negociación trasciende las fronteras de su país, de la región, es un ejemplo para el mundo”.
El comercio bilateral rondaba hace 15 años los 750 millones de dólares y hoy está en 4.000 millones
Rousseff también aprovechó para hablar y reiterar la importancia de que la Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia) y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela) se complementen.
El presidente Santos calificó el encuentro como muy productivo, agradeció el “apoyo permanente” de Brasil al proceso de paz que exaltó como el “gran paso”. Santos anunció también, aunque sin dar muchos detalles, que a partir del mes de noviembre entrará en vigor un memorando entre la policía de Brasil y la de Colombia para luchar contra la minería ilegal. Harán un trabajo conjunto.
Carlos Eduardo Abijaodi, director de desarrollo de la Confederación Nacional de Industria (CNI) de Brasil, precisó que la visita de la mandataria brasileña también tenía como fin acelerar el ACE59, el acuerdo que permitió crear una zona libre de comercio para los productos originarios y procedentes, por un lado de, Colombia Ecuador y Venezuela, y por el otro Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El propósito fundamental de ese programa consiste en desgravaciones bilaterales progresivas y automáticas, aplicables sobre los aranceles vigentes para la importación.
Fuente: El País