Los hospitales de alta especialidad resienten los efectos de los recortes a su gasto de operación, las restricciones en materia de plazas eventuales y los reclamos de médicos por la falta de insumos y sobrecarga de trabajo.
Este año, por lo menos 11 de los institutos y hospitales de alta especialidad registran recortes que van de los 2 a los 72 millones de pesos, con respecto al año pasado.
Se trata de los Institutos Nacionales de Psiquiatría, Cardiología, Enfermedades Respiratorias, Neurología, Pediatría, Perinatología, Rehabilitación, así como los hospitales Juárez, Gea González, General de México y el Infantil.
El Hospital Juárez y el INER son los que tuvieron los ajustes más severos en su gasto operativo. Al primero le recortaron 72 millones de pesos y al segundo 47 millones.
Otros resienten el ajuste de plazas eventuales.
El Infantil de México, por ejemplo, disminuyó la partida destinada al pago de nómina de personal, indicó Jaime Nieto Zermeño, director general del nosocomio.
En esa institución, que ofrece hasta 900 consultas al día, el recorte fue de entre 80 y 100 plazas, y en el Hospital General Gea González, de 39.
«La parte que más nos ha afectado es la relacionada con personal que es indispensable, de turnos extras, suplencias y lo que se conoce como outsourcing, que ya teníamos muchos años con ellos. Esa parte desapareció y sí afectó, sin duda, la parte operativa del instituto», afirmó Zermeño en entrevista.
A raíz de la protesta de residentes por atraso en sus pagos, el personal de base del Hospital Infantil fue insuficiente para atender lo habitual y se enfocó en lo urgente, la hospitalización, y canceló consulta externa reprogramable durante dos días.
Según la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, existen 87 mil plazas de eventuales entre el personal de salud, las cuales, reconoce la dependencia, se están restringiendo.
Judith Méndez, especialista en finanzas y salud del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), advierte que uno de los problemas es que el presupuesto de salud se asignó de manera inercial, sin contemplar variables como la transición epidemiológica, cuántos enfermos hay y costo de las enfermedades.
Considera que mientras no haya una política de salud con un presupuesto acorde, que no se base sólo en acabar con la corrupción, será difícil resolver las carencias del sector y no se podrá concretar un sistema de salud universal.
Fuente: Reforma