Una corte española fijó el 11 de enero del 2016 como fecha de inicio de un juicio contra 18 acusados de delitos fiscales, entre los que se encuentra la infanta Cristina de Borbón, según indicó el martes un documento judicial.
Será la primera vez que un miembro de la familia real es juzgado desde la restauración de la monarquía española en 1975.
El caso, uno más de los reiterados escándalos de corrupción entre la elite del país en los últimos años, dañó la imagen de la realeza y fue uno de los factores que contribuyó a la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI en 2014.
La hermana del rey de España se sentará en el banquillo de los imputados como supuesta cooperadora necesaria de dos delitos fiscales en el llamado caso Nóos que inculpa a su marido, Iñaki Urdangarin, por presunto enriquecimiento ilícito aprovechándose de su condición de miembro de la familia real.
19 años de cárcel se piden para el esposo de la infanta, Iñaki Urdangarin.
El tribunal de Palma de Mallorca dijo que el juicio oral contra los 18 acusados en el caso comenzará el 11 de enero y que el número de sesiones está aún por determinarse.
Urdangarin, para el que se piden más de 19 años de cárcel, deberá responder por presunta prevaricación, fraude, tráfico de influencias y blanqueo de activos, entre otros, por su gestión del Instituto Nóos, una organización sin fines de lucro que presidió entre 2004 y 2006 y desde la que presuntamente se desviaron 5.8 millones de euros de fondos públicos.
Durante una audiencia, el juez José Castro consideró que existían sobrados indicios de que Cristina de Borbón dispuso y gastó dinero público desviado a una sociedad pantalla que poseía al 50 por ciento con su marido.
La pareja, que fue privada del título de duques de Palma de Mallorca y apartada de los actos de la familia real, vendió el pasado verano su lujosa mansión en Barcelona para hacer frente a la fianza millonaria que se impuso a Urdangarin por responsabilidad civil.
En un recurso por separado, el tribunal rechazó el martes la petición de un ex socio de Urdangarin, Diego Torres, quien pidió que el Rey Felipe VI compareciera ante la justicia, en un intento por probar que la Casa Real estaba al tanto de las actividades de Nóos.
Fuente: Excélsior