Nigeria, primera potencia petrolera de África, elige este sábado a su presidente en unas elecciones que se plantean como un verdadero desafío para este país, el más poblado del continente con 190 millones de habitantes.
El 14 de febrero fue el último día de la campaña para la presidencial y las legislativas, que exigen una organización titánica, entre tensiones sobre seguridad y acusaciones de compra de votos.
Los dos principales candidatos son el jefe de Estado saliente Muhamadu Buhari, de 76 años, y el líder de la oposición, Atiku Abubakar, de 72, un millonario empresario que fue vicepresidente del país entre 1999 y 2007.
En Nigeria, primera economía de África y primer exportador de petróleo del continente, hay 84 millones de electores inscritos ante esta elección presidencial que se anuncia muy reñida.
El vencedor debe obtener, además de la mayoría de los votos expresados, al menos 25 por ciento de los sufragios en las dos terceras partes de los 36 Estados de la federación, a los que se añade el territorio de la capital federal, Abuja. En caso contrario habrá segunda vuelta.
Durante un mes, Buhari, candidato del Congreso de los Progresistas (APC), y Abubakar, del Partido Popular Democrático (PDP), principal movimiento de oposición, recorrieron todos los estados de Nigeria, congregando a impresionantes cohortes de seguidores.
El martes, la campaña estuvo enlutada por la muerte de 15 personas en una avalancha humana tras un acto de Buhari, en Port Harcourt (sureste).
Fuente: AFP