El Super Bowl se acerca, millones de personas en todo el mundo aguardan este domingo el aclamado juego. Sin embargo, en ningún sitio se vive con tal emoción como en Estados Unidos. Pero hay algo más que se consume a niveles históricos en ese día: el aguacate mexicano.
Cada año, la nación importa desde México casi 400.000 toneladas de aguacate, pero para el fin de semana del Super Bowl, y los días previos, la cifra alcanza aproximadamente 150.000 toneladas. Esto significa que el 40% de todo el aguacate que se comercia con el país vecino, se vende prácticamente en un sólo fin de semana, así lo explicó José Nabor Cruz Marcelo, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cruz Marcelo y Alejandra Vega, del Departamento de Comunicación de la sede Los Ángeles de la UNAM; y Carlos Labastida, coordinador del Programa Universitario de Alimentos (PUAL), analizaron la situación del «oro verde» en California.
Señalaron que esta dinámica aguacatera se generó en 2010, debido a la promoción turística y de productos de origen mexicano. Fue en ese entonces cuando se buscaron nuevos nichos de mercado internacionales para distintos productos.
«Para los estadounidenses es un artículo accesible, lo que permite que su consumo sea abundante y muy demandado en este evento deportivo, sin implicar un gasto excesivo», dijo Marcelo.
Su bajo costo tiene que ver con la cercanía que tiene el país con Michoacán, estado en el que se cultiva el aguacate. Y gracias a su sabor y facilidad para combinarse con gran cantidad de alimentos, es parte de la tradición culinaria mexicana, y ahora de la estadounidense.
En un taco, un pan, con totopos, en guisos, o incluso su hoja para dar sabor a los frijoles; el aguacate le brinda un gran sabor a las comidas, así lo declaró Carlos Labastida.
Según explicó el especialista, la preferencia de EEUU por el guacamole se debe en parte a la alta migración de mexicanos, que no sólo llegan físicamente al territorio, sino también con sus hábitos alimentarios y sus formas de consumo. Esta dinámica fue la que facilitó la introducción del aguacate al mercado estadounidense y favoreció su exportación.
«Ahuacatl-Bowl»
La palabra bowl en español significa tazón, muy parecido al molcajete que se utiliza para preparar el famoso guacamole. Por su parte, Ahuacamolli, en náhuatl, proviene de ahuacatl (aguacate), testículo, y molli, mezcla.
«El aguacate es oro verde en California; es un producto cotizado no sólo por la comunidad latina, sino por otros grupos étnicos. Este producto es relativamente fácil de encontrar en supermercados y tiene una buena aceptación en general, al menos en el sur de California, una región cosmopolita y multicultural», sentenció Alejandra Vega.
El guacamole con totopos es un acompañamiento que hoy en día se sirve en muchos restaurantes de EU, incluso aunque no sean de comida mexicana. Su demanda aumenta en los eventos deportivos, como el Super Bowl, porque es algo rico y fácil de elaborar.
«Los domingos de Super Bowl las calles están desiertas. En esos días los carritos de supermercado van repletos de bebidas y botanas. Incluso en el letrero iluminado que tienen en la parte superior los autobuses, en donde usualmente anuncian su ruta, escriben mensajes de apoyo a los equipos locales». Y ahora también van repletos de aguacates.
Producción y consumo
En 2015, los estadounidenses consumieron 3.17 kilos de aguacate per cápita, casi el doble que en 2008, así lo reportó el Departamento de Agricultura. Cerca del 80% de esos aguacates era de Michoacán, el único estado del país con autorización para importarlo.
Uno de los aspectos más negativos para México tiene que ver justamente con la alta demanda del producto. Entre 1974 y 2011, cerca de 44. 500 hectáreas de bosques en Michoacán se convirtieron en huertos de aguacates. «Con el paso del tiempo, las zonas que conocemos (…) han tenido una incidencia en el uso del suelo, que se está deforestando para introducir los cultivos», dijo Carlos Labastida. (Infobae)