La decisión de Donald Trump de retirar las tropas de Siria ha provocado inquietud entre sus aliados en el conflicto, Francia y Reino Unido, y la bendición de un histórico rival como Rusia. El presidente defendió este jueves el repliegue ante las críticas externas e internas, recalcando que EE UU no debe ser “el policía de Oriente Próximo”. Contradiciéndose con lo dicho el día anterior, en el que anunció la medida, admitió que los terroristas del ISIS no han sido aún derrotados.
El retorno de los aproximadamente 2.000 soldados destacados en el norte de Siria encaja con la retórica con la que Trump llegó a la presidencia, quejándose de todos los esfuerzos humanos y económicos que EE UU realizaba en guerras en las que no obtenía ningún beneficio. Una vez en la Casa Blanca, comprobó que la política real resulta más complicada y ha tardado dos años en decidir el repliegue, presionado por el Pentágono y sus propios asesores, que temen el rebrote yihadista y una mayor influencia de Rusia e Irán en la zona. El republicano, sin embargo, se reafirmó este jueves frente a todas las críticas recibidas, desde la comunidad internacional y desde las propias filas de su partido.
“¿Quiere EE UU ser el agente de policía de Oriente Próximo, sin recibir NADA salvo gastar vidas preciosas y billones de dólares protegiendo a otros que, en la mayoría de los casos, no aprecian lo que hacemos? ¿Queremos estar allí siempre? Es hora de que otros luchen por fin…”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter a primera hora de la mañana, solo un día después de haber recalcado, en esta misma red social y sin ningún matiz, que el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en las siglas en inglés) había sido vencido, y que, como ese era el objetivo de la presencia estadounidense en Siria, era el momento de marcharse.
En un segundo mensaje, admitió explícitamente que aún queda trabajo para erradicar a los yihadistas. “Rusia, Irán, Siria y muchos más no están felices porque EE UU se vaya, a pesar de lo que la prensa mentirosa dice, porque ahora tienen que luchar contra el ISIS y otros, a los que odian, sin nosotros. Estoy construyendo de lejos el Ejército más poderoso del mundo. ¡Si el ISIS nos ataca, están condenados!”.
La guerra civil siria, que lleva siete años, enfrenta al régimen de Bachar el Asad, apoyado por Moscú y rechazado por Washington, con los rebeldes. Las tropas de EE UU se encuentran desplegadas en la zona noreste y del norte central, controlada por las fuerzas kurdas, con el objetivo principal de erradicar la presencia del Estado Islámico en la zona y renunciando a derrocar el régimen de El Asad. El califato, como tal, ha sido derrotado, pero quedan grupúsculos terroristas en el desierto fronterizo entre Siria e Irak. Es lo que preocupa a los aliados de Washington en esta batalla, también al propio Pentágono.
El anuncio de Trump deja al jefe del Pentágono en una situación muy complicada, ya que el general Jim Mattis se ha pronunciado pública y explícitamente contra ella. Una retirada prematura de las tropas de Siria podría “dejar un vacío que puede ser aprovechado por el régimen de El Asad o sus apoyos”. El distanciamiento entre ambos se hizo evidente hace un par de meses, en medio de rumores sobre la marcha del militar de la Administración (que sería la enésima baja de un alto cargo en poco tiempo). “Creo que es una especie de demócrata, si quiere que le diga la verdad”, dijo en una entrevista televisiva el mandatario. “Puede que se vaya, quiero decir, en algún momento, todo el mundo se va. Todos. La gente se va. Esto es Washington”, añadió Trump.
“La coalición internacional contra el Estado Islámico ha hecho enormes progresos, pero queda mucho por hacer y no tenemos que perder de vista la amenaza que supone”, indicó la diplomacia británica en un comunicado. La ministra francesa de Defensa, Florence Party, se expresó en una línea similar, recalcando que el ISIS “no ha desaparecido del mapa, ni tampoco sus raíces”. “Hay que vencer militarmente de manera definitiva los últimos reductos de esta organización terrorista”, destacó. París se encuentra en conversaciones con Washington sobre las fechas y el ritmo de esa retirada.
Porque, pese a lo contundente de las palabras del presidente, Estados Unidos no deja claro ni cómo ni cuándo se va a completar la marcha de los soldados del país. El diplomático Rodney Hunter, coordinador político de la misión del país en Naciones Unidas, participó en una reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria sin hacer siquiera referencia al anuncio. “Estados Unidos sigue comprometido con la destrucción permanente del ISIS y otros grupos terroristas en Siria y en todo el mundo”, dijo a los 15 países reunidos, según las declaraciones recogidas por Reuters. “Usaremos todos los instrumentos en nuestro poder como nación para presionar en la retirada de las fuerzas respaldadas por Irán”, agregó. Mientras continúen las tropas desplegadas en Siria, los bombardeos aéreos seguirán, según sostiene el Pentágono.
Fuente: EL País