Andrés Manuel López Obrador cerró campaña en el Estadio Azteca, donde reiteró que el problema más grande de México es la corrupción y que su gobierno arrancará de raíz un régimen de privilegios.
“Hay entre la gente, entre ustedes, una alegría contagiosa y vibrante porque el ánimo de la sociedad y las encuestas indican que vamos a ganar las elecciones del próximo domingo”, indicó al iniciar su discurso ante sus simpatizantes que llenaron el inmueble.
El candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia reiteró que está a punto de iniciar la cuarta transformación en la historia de México sin derramamiento de sangre y de convertir en realidad los sueños de muchos mexicanos de antes y de nuestro tiempo.
En ese sentido, abundó que lo que se va a consumar el domingo “viene de lejos” y se ha fraguado con el esfuerzo y la fatiga de muchas personas, hombres y mujeres de distintas clases sociales y corrientes de pensamiento que en su momento lucharon por las libertades, la justicia, la democracia y la defensa de la soberanía nacional.
Además, López Obrador recordó a quienes fallecieron antes de ver el cambio en México porque “la victoria del domingo se ha ido concretando con la abnegación de muchos, no surge de repente”.
Agregó que los ciudadanos ahora están conscientes de algo que no es evidente: la existencia y el predominio de una mafia del poder y de la que su movimiento alertó desde hace varios años.
El candidato de Morena también declaró que en su gobierno dejará de existir el Cisen, “la oficina de espionaje del gobierno”, porque, aseguró, habrá pleno respeto a la manifestación de las ideas, a la libertad y se garantizará el derecho a la crítica y a disentir porque, “en mi mandato nadie será espiado, desterrado o reprimido”.
Leyendo su discurso, López Obrador “juró” que en términos reales en su gobierno no subirán ni el IVA ni el ISR, tampoco aumentará deuda pública y retiró que cancelará la reforma educativa.
Antes de finalizar su discurso, el candidato pidió a sus simpatizantes “no confiarse” aunque están 20 puntos arriba y salir a votar y cuidar casillas, “estamos muy arriba del segundo lugar, pero tenemos que lograr una victoria contundente. Vale más que sobre y no que falte”.
Además, confesó: “tengo una ambición legítima: quiero ser un buen presidente de México y seguir el ejemplo de Benito Juárez, Francisco I Madero y Lázaro Cárdenas del Río”.
Fuente: Excélsior