La aplicación de aranceles a la carne de cerdo proveniente de los Estados Unidos de América representa una oportunidad para fortalecer la planta productiva del país y reposicionar a la producción nacional en su participación en el consumo, señaló Marilú Ábrego Chávez, presidenta de la Asociación Ganadera Local de Porcicultores de Querétaro (AGLPQ).
Además, descartó que esta medida pueda impactar a los consumidores, toda vez que a la par del arancel, se abre la oportunidad para otras fuentes de suministro y permite que los porcicultores mexicanos redoblen esfuerzos para que la carne de cerdo mexicana esté presente en la mesa de todos los hogares del país.
A partir de ayer, de acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, entró en vigor un arancel del 20 por ciento a las piernas y paletas de cerdo, fresca y congelada, con hueso y sin deshuesar.
Ábrego refirió que es importante resaltar que, adicional a esta medida, se aplica un cupo de importación de terceros países para las mismas cuatro fracciones arancelarias, hasta por 350 mil toneladas con vigencia al 31 de diciembre.
Los países de los que podrían provenir importaciones son aquellos donde ya se tiene firmado el protocolo sanitario: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Dinamarca, Chile, España, Francia, Alemania, Italia, Bélgica y EU.
Cada año se gastan más de mil millones de dólares en la compra de pierna y espaldilla del exterior. (ALAN CONTRERAS. EL FINANCIERO)