Un terremoto de magnitud 6.6 sacudió Papúa Nueva Guinea, una nación insular del Pacífico, un mes después de que un terremoto mortal mató a más de 100 personas.
No hubo informes inmediatos de daños o lesiones por el terremoto de este lunes, que según el Servicio Geológico (USGS) de Estados Unidos se centró en un área remota de la provincia de East New Britain.
El centro estadunidense informó que el sismo tuvo una profundidad de 40 kilómetros. Los terremotos más profundos tienden a causar menos daño en la superficie de la Tierra.
Sin embargo, el USGS teme que haya víctimas porque muchos de los edificios en los que viven las personas son inseguros y vulnerables a los terremotos.
Un portavoz del USGS comento: «En general, la población de esta región reside en estructuras que son vulnerables a los terremotos, aunque existen estructuras resistentes.
«Los tipos de edificios vulnerables predominantes son la construcción de paredes de adobe y la construcción informal».
«Los terremotos recientes en esta área han causado peligros secundarios, como deslizamientos de tierra que podrían haber contribuido a mayores pérdidas».
Apenas el sábado, un terremoto de magnitud de 6.3 tuvo un epicentro localizado a 180 kilómetros al sudoeste de Rabaul en la isla de New Britain, a 900 kilómetros al noreste de Port Moresby, la capital papuana.
Funcionarios del Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico indicaron que “un terremoto con una magnitud preliminar de 6.3 ocurrió en la región de New Britain, Papúa Nueva Guinea a las 11:24 UTC (tiempo universal coordinado) del sábado 24 de marzo».
La zona este de Papúa Nueva Guinea, la segunda mayor isla del mundo, ubicada al norte de Australia, ha sido escenario de varios potentes terremotos en las últimas semanas.
El más devastador, de magnitud 7.5, tuvo lugar el 26 de febrero y dejó más de un centenar de muertos.
Papúa Nueva Guinea se ubica en el Anillo de Fuego, un arco de fallas sísmicas alrededor del océano Pacífico que es propenso a terremotos, debido a la fricción de las placas tectónicas.
El Anillo o Cinturón de Fuego del Pacífico, es el nombre que se le da a un área con forma de herradura que se encuentra en el Océano Pacífico y que se extiende desde América del Sur y América del Norte hasta Asia oriental, Australia y Nueva Zelanda.
Allí se concentran el 75 por ciento de los volcanes inactivos y activos de la Tierra, donde se originan el 90 por ciento de todos los sismos del mundo y el 80 por ciento de los terremotos más grandes, por lo que el Anillo ocasiona la mayor actividad sísmica y volcánica que se extiende a lo largo de 40 mil kilómetros.
El primer ministro del país, Peter O’Neill, adelantó a principios de marzo que «serán necesarios meses y años para que los daños de este desastre sean reparados».
El gobierno de la isla declaró el 2 de marzo el estado de emergencia en varias provincias afectadas por el terremoto.
O’Neill indicó que el Ejecutivo además aprobó destinar 450 millones de kinas (alrededor de 113 millones de euros) para los trabajos de ayuda y recuperación.
Papúa Nueva Guinea está situado al norte de Australia, al oeste de las Islas Salomón y al suroeste del océano Pacífico, en una región definida desde inicios del siglo XIX como Melanesia.
Horas antes este mismo lunes, Indonesia había levantado la alerta de tsunami que había declarado tras el sismo de magnitud 6.4 ante las costas del país, informaron fuentes locales, de acuerdo a un reporte de Radio New Zealand.
La alerta fue declarada en las primeras horas locales de este lunes tras ocurrir el sismo, que en un primer momento fue evaluado con una magnitud de 6.5.
El movimiento sísmico tuvo su epicentro en una zona del mar de Banda, 222 kilómetros al noreste de Saumlaki, en las Islas Tanimbar, indicó el Servicio Geológico, sin que hasta ahora se informe de víctimas ni de daños materiales.
El Sistema de Alerta de Tsunami en el Océano Índico (IOTWMS, por sus siglas en inglés), lanzó un aviso en el que descartó toda amenaza para los países de esa zona.
El sismo también fue sentido en el norte de Australia, aunque las autoridades de Protección Civil locales descartaron el riesgo de tsunami.
Fuente: Crónica