El personaje contrastó con su época y se convirtió en un fenómeno en la televisión, el cine y la mercadotecnia
La abierta sexualidad del personaje femenino Betty Boop, la convirtió en el primer sex symbol animado de la pantalla chica que se abrió camino como protagonista de sus propias aventuras.
Desde su creación han pasado 85 años, pero sus características físicas siguen siendo las de una mujer sensual, contrastaste a su época y que reflejó a aquellas jóvenes denominadas flappers, quienes comenzaban a usar faldas cortas, sin corsé, un corte de cabello llamado bob cut, amantes del jazz para escucharlo y bailarlo como un sonido rebelde en las décadas de 1920 y 1930.
Tenían conductas similares a un hombre, contrarias a lo que era correcto en la época y bebían, fumaban, manejaban un auto, pero eran provocativas y liberales ante el machismo.
El vestido entallado de Betty Boop, su cabello rizado de acuerdo con la moda de la época, sus labios definidos y su liguero en la pierna, siempre visible, marcaron tendencia no sólo en la televisión y el cine, sino también en la mercadotecnia con su estilo de la femme fatal, desinhibida, cantante y con una carga de inocencia a veces poco inteligente, pero simplemente deseada por otros personajes, aunque de una pureza inquebrantable al final de cada capítulo. El fenómeno fue tal que hasta nuestros días su imagen persiste en las nuevas generaciones.
Betty Boop nació en la serie Talkartoon, creada por Max Fleischer, de Fleischer Studios, y fue lanzada por la productora Paramount Pictures.
Originalmente fue creada con la imagen de un perro caniche francés y características femeninas como parte de la caricatura Dizzy Dishes (1930), que fue la sexta entrega de Fleischer’s Talkartoon.
El animador Grim Natwick, de los estudios Walt Disney, y Ub Iwerks, fueron quienes moldearon al personaje basado en la figura de la cantante estadunidense Helen Kane.
En caricaturas individuales era llamada Nancy Lee o Nan McGrew, derivado del filme de Helen Kane de 1930 Dangerous Nan McGrew.
En 1932, el animador la rediseñó y la convirtió en humana, haciendo de sus orejas aretes y de su nariz perruna en una femenina. Así apareció en el dibujo Any Rags y Mae Questel le dio voz desde 1931 hasta el resto de la serie.
Ese mismo año fue bautizada como Betty Boop y dejó de ser un personaje de apoyo para convertirse en protagonista de su propio episodio, fuera de Talkartoon, llamado Stopping the Show.
Contó con dos películas que recopilaron sus cortos. La primera fue The Betty Boop Scandals (1974) y la segunda Hurray for Betty Boop (1980). Además hizo un cameo en 1988 en el filme ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
Fuente: Excélsior