En su objetivo de ganar el Super Bowl LI, en el que enfrentarán este domingo a los New England Patriots en Minneapolis, los Philadelphia Eagles tendrán que anteponerse a una maldición que los ha perseguido durante muchos años y que les ha negado el título en dos oportunidades. Se trata de una vieja superstición.
Todo comenzó en 1958 cuando los Eagles quisieron contratar a un brillante coordinador ofensivo de aquella época, quien por entonces estaba en los New York Giants: Vince Lombardi. Las charlas iban a buen puerto, pero él decidió desistir del proyecto y fichó por los Green Bay Packers. La decisión generó furia en Philadelphia. Dos temporadas más tarde, Eagles y Packers se cruzaron en la final de la NFL. El elenco de Lombardi cayó ante el equipo que no logró contratarlo, quienes conquistaron lo que fue su tercer y último campeonato.
El entrenador del conjunto de Green Bay tomó aquella caída como algo personal y entró en el vestuario prometiendo a sus jugadores que jamás volverían a perder una final. Y vaya si cumplió: desde entonces conquistó cinco títulos. El legendario Vince Lombardi murió en 1970 a causa de un cáncer y la NFL le puso su nombre al trofeo que se otorga al vencedor de la Super Bowl.
Como si fuera un hechizo, los Philadelphia Eagles nunca pudieron levantar el trofeo que lleva el nombre del entrenador al que no pudieron contratar y que tanto odio les tenía. Perdieron dos finales y no lograron poner ese trofeo en su vitrina (1981 y 2005).
Este domingo 4 de febrero, los Eagles se enfrentarán los New England Patriots en el U.S. Bank Stadium en la ciudad de Minneapolis (Minnesota) con la ilusión de poner fin a ese largo calvario que nació por una contratación frustrada y que les impidió volver a ser campeones de la NFL.
Fuente: Infobae
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