Durante 2017 unos 23 misioneros católicos fueron asesinados en el mundo, entre ellos 13 sacerdotes, un religioso, una religiosa y ocho laicos, reportó la Congregación para la Evangelización de los Pueblos del Vaticano.
Por octavo año consecutivo el Continente Americano se ubica como el más peligroso para los llamados “agentes de pastoral”, según el informe especial preparado por el órgano de información de esa área de la Santa Sede, la Agencia Fides.
En los últimos 12 meses, 11 misioneros perdieron la vida de forma violenta en América (ocho sacerdotes, un religioso y dos laicos), otros 10 en África (cuatro sacerdotes, una religiosa y cinco laicos) y los restantes dos en Asia (un sacerdote y un laico).
El documento detalló además que, entre los años 2000 y 2016, han sido asesinados en el mundo 424 misioneros, de los cuales cinco eran obispos.
“Muchos misioneros han sido asesinados durante intentos de secuestro o robo, realizados con gran ferocidad, en contextos de pobreza económica y cultural, de degrado moral y ambiental, donde la violencia y el desprecio por la vida misma son casi las normas de comportamiento, en la falta total de respeto por la vida y por cada uno de los derechos humanos”, explicó.
“Los asesinados son sólo la punta del iceberg, ya que es larga la lista de trabajadores pastorales, o de simples católicos, agredidos, golpeados, robados, amenazados, como también lo es la de las estructuras católicas al servicio de toda la población, atacadas, vandalizadas o saqueadas”, agregó.
En Bolivia falleció una voluntaria polaca, en Venezuela un religioso franciscano secuestrado, en Colombia dos sacerdotes, en Brasil otro sacerdote, en Argentina un laico (guardián de una parroquia), en México murieron tres sacerdotes y en Haití otro presbítero.
En el Continente Africano destaca Sudán con una catequista asesinada, Madagascar con un sacerdote, Burundi con otro sacerdote, Nigeria con un presbítero y cuatro laicos (tres de ellos víctimas en un atentado del grupo terrorista Boko Haram) y Kenia con un sacerdote y una religiosa.
Los homicidios registrados en Asia se concentraron en Filipinas: un sacerdote víctima de una emboscada y un catequista laico.
“A la lista provisional realizada anualmente, siempre hay que añadir la larga lista de aquellos muchos, de los cuales tal vez nunca se tendrá noticia o de los que ni siquiera se sabrá el nombre, que en todos los rincones del planeta sufren y pagan con sus vidas su fe”, apuntó el informe.
Fuente: Crónica