En una noche en la que el termómetro llego a los 39, 4 grados centígrados, Dodgers y Astros se enfrentaron en el primer juego de la serie en el Dodger Stadium con resultado positivo para los californianos que, pese al agobiante calor salieron con el puño en alto de la mano de n inspirado Clayton Kershaw por marcador de 3 – 1 al finalizar la alta de la novena entrada.
Kershaw sudo la gota gorda, más allá de ser por un complicado encuentro en el montículo, fue por el clima que lo obligó a cambiarse el jersey empapado de sudor. Sin embargo el lanzador que debutó como profesional hace casi 10 años ya, logró enfriar el bateo de los Astros, con lo que siguió olvidándose de la mala fortuna que había tenido en sus años anteriores durante los playoffs.
El empate perduró en el diamante hasta que un homerun de Justin Turner produjo dos carreras para romper en la sexta entrada con las roscas en el marcador ante Dallas Keuchel. Y Kershaw tuvo control absoluto de la situación con una curva de bombín y corbata.
El texano recetó 11 ponches, la mayor cantidad de un pitcher en un primer juego de la Serie Mundial desde 1968. Permitió apenas tres hits y no dio un solo boleto a lo largo de siete capítulos.
El único descuido de Kershaw derivó en un jonrón de Alex Bregman que empató la pizarra 1-1 en el cuarto acto.
Por su parte, Kenley Jansen retiró en orden a los Astros en el noveno para acreditarse el salvamento, coronando una faena combinada de tan sólo tres imparables.
El segundo juego está previsto para este miércoles. Justin Verlander, el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, subirá a la lomita por los Astros buscando dar la campanada en el Dodger Stadium e irse a casa con un importante triunfo.
Fuente: Quadratín