En nueve años México aumentó en promedio 59 por ciento la exportación de berries y 9 por ciento las de tomate saladette y bola a Estados Unidos, lo que motivó la contienda de productores de Florida, que empujan a su gobierno a contener el acceso a estos productos en su país mediante ajustes al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Las exportaciones de ambos frutos a ese país sumaron 2 mil 743 millones de dólares en 2016. En contraste, la producción estadounidense se encuentra estancada.
Esta situación motivó a empresas productoras a exigir a representantes gubernamentales su involucramiento, de acuerdo con declaraciones de Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) en México.
Uno de ellos es Reggie Brown, vicepresidente ejecutivo del grupo de productores Florida Tomato Exchange, quien asegura que los bajos costos laborales en México y las normas sobre plaguicidas son factores que juegan en contra de la producción en Estados Unidos.
“Entiendo que la gente dirá: si México puede hacerla más barata, que la produzcan. Pero hay pueblos pequeños dependiendo de esto, y como estadounidense, esa es mi primera y principal preocupación”, dijo Brown a Bloomberg Businessweek.
Su postura ha calentado la campaña política por las próximas elecciones en ese estado, impulsando a Adam Putnam, un aspirante republicano que hoy funge como comisionado de Agricultura y culpa a México de inundar con productos baratos el mercado estadounidense.
Pese a esta lucha, las negociaciones del tratado se mantendrán, opinan analistas del Bank of America Merrill Lynch.
“Creemos que existe una baja probabilidad de que Estados Unidos se salga del TLCAN, dados los beneficios que reciben los productores de dicho país y el fuerte poder de cabildeo de algunos beneficiarios del acuerdo en Estados Unidos”, expuso el grupo financiero en un comunicado.
Su versión coincide con una carta enviada el 16 de agosto por productores agrícolas de Estados Unidos, México y Canadá a sus representantes en las negociaciones. La misiva manifestó que el sector agrícola sufriría mucho por cualquier disrupción a las relaciones comerciales desarrolladas durante los últimos 23 años.
“Con la productividad de la agricultura creciendo más rápido que la demanda doméstica, los granjeros de Canadá, México y Estados Unidos dependen de los mercados de exportación para mantener precios y utilidades”, advirtieron los líderes de la Canadian Federation of Agriculture, la American Farm Bureau Federation y el CNA de México. (El Financiero)