Las ganas de tomar un chocolate caliente o de comer una barra de este dulce y también amargo alimento, pueden decaer al saber los procesos industriales, los saborizantes artificiales y los endulzantes impropios del cacao oaxaqueño y ancestral.
Lo que distingue al chocolate oaxaqueño es su sabor directo de los granos tostados por el sol, los cuales se muelen y se mezclan con miel (no azúcar) para poder cocinarse a fuego lento -y así preserve la mayoría de sus propiedades-, el amasamiento del chocolate se realiza con las manos tibias y una vez que ya está fresca la salsa se puede moldear en barras o hacer polvo para el consumo.
Los chocolates industriales, para reducir costos en sus producciones masivas, usan grasas vegetales alternativas a la manteca de cacao además de utilizar cocoa, leche en polvo, azúcar, lecitina de soya y en algunos casos licor de cacao.
El oaxaqueño Jesús Herrera Ríos gestionó hace cinco años la marca de chocolate Chocolahj, «en un inicio no existía la marca, vendíamos como ambulantes en el centro histórico de Oaxaca y la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Ciudad de México, pero desde hace cuatro años nos registramos en el Sistema de Administración Tributaria (SAT)… ya pagamos impuestos», comentó entre risas el fundador de la marca durante la llamada telefónica, quien ahora vive en Berlín, Alemania, donde comercializa con éxito su producto.
En la etiqueta de los productos destacan «Desde 1521…», porque fue el año de la caída del imperio de Tenochtitlan, fecha en la que se liberó el cacao para el consumo de todos los habitantes, ya que anteriormente esto era penado con la muerte, sólo reyes y personas elegidas por dioses podían comerlo o tomarlo.
Desde hace cuatro años, su socio y gestor local en Oaxaca, Issac Arias Ramírez, comercializa, distribuye y difunde el producto en ferias y eventos culturales.
«Hacemos trato directo con el productor y somos promotores de un comercio justo, ya que nos aseguramos de encontrar un productor de cacao orgánico y de calidad.La idea es vender mas que un dulce, una barrita energética a base de cacao, pues es un alimento nutritivo y benéfico para una dieta sana».
Arias Ramírez, destacó que los granos de cacao con los que realizan el chocolate en polvo, las barras y las aguas de este fruto, son escogidas y producidas directamente de la costa, en San Rafael Toltepec, agencia municipal de San Pedro Pochutla ubicada a aproximadamente 223 kilómetros de la capital.
«Queremos dar a conocer un producto oaxaqueño diferente al chocolate tradicional y que vaya mas apegado a la cultura precolombina del cacao».
Además de conseguir el cacao con el agricultor Guadalupe Vásquez Altamirano, habitante de Toltepec a quien NOTICIAS Voz e Imagen hizo un reportaje en abril de 2017 sobre sus cosechas del ancestral cacao blanco; la marca da empleo a mujeres de Santa María Coyotepec a las que convoca Yolanda Flores Sánchez, mujeres de la localidad que limpian, tuestan, cocinan y realizan los productos. (NVINOTICIAS)