Los días 21 y 22 de julio más de 60 alcaldes de las principales ciudades del mundo se reunirán en Roma para estudiar soluciones a dos de sus grandes desafíos: cómo parar el cambio climático y cómo frenar la esclavitud.
El efecto invernadero en las grandes ciudades es más notorio porque la contaminación es mayor. Y por otro lado, los grandes núcleos urbanos ofrecen muchas más posibilidades para actuar a las mafias que trafican con seres humanos.
Ante las críticas de algunos sectores que no ven con buenos ojos la colaboración entre Vaticano y ONU el canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, Marcelo Sánchez Sorondo quiso aclarar dos ideas sobre el congreso.
«No lo organiza la ONU. Lo organizamos nosotros con la ONU. Segundo, la ONU no es el diablo. El Papa PabloVI cuando visitó la ONU les dijo que representan el camino de la civilización moderna y que quería tener una colaboración plena con ellos, en la medida en que fuera posible y no estuviera en contra la doctrina de la Iglesia. Así han hecho todos los Papas que han visitado la ONU. El Papa Francisco visitará la ONU dentro de poco. No veo que haya problema”.
El congreso forma parte de la agenda de eventos que desde el Vaticano se está organizando para conseguir promover la última encíclica del Papa.
El congreso se llama «Esclavitud moderna y cambio climático: el compromiso de las ciudades” y asistirán alcaldes de ciudades como San José California, Ciudad de México, Buenos Aires, Oslo, Madrid, París o Sao Paulo.
Fuente: Rome Reports