Corea del Norte condenó el sobrevuelo de aviones estadounidenses de la península coreana de este jueves y lo calificó de «acto precipitado», de acuerdo con un comunicado de la agencia gubernamental norcoreana KCNA, citado por ‘International Business Times’.
Las acciones, en las que participaron dos bombarderos B-1B de la Fuerza Aérea de EE.UU., cazas F-15K surcoreanos y cuatro aviones Stealth F-35B de Japón, fueron consideradas por Pionyang como una «salvaje maniobra militar de sus enemigos».
No obstante, las operaciones combinadas, que se llevaron a cabo en la provincia fronteriza de Gangwon (Corea del Sur) fueron parte de un simulacro de ataque contra las instalaciones nucleares de Corea del Norte. En ellas, se utilizaron bombas MK-84, MK-82 y GBU-32.
Según el Gobierno norcoreano, se trató de una respuesta al último lanzamiento de un misil que atravesó el espacio aéreo de Japón, en la madrugada de este martes.
Por su parte, la Fuerza Aérea surcoreana aseguró que los ensayos están encaminados a lograr «una respuesta perfecta» para hacer que Corea del Norte se «arrepienta y sienta una insuperable sensación de miedo».
Pionyang ha rechazado este martes la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que ha condenado el lanzamiento del misil balístico Hwangson-12 y tiene la intención de seguir realizando tales pruebas.
El misil norcoreano pasó por el espacio aéreo japonés. Por su parte, el Gobierno de Japón ha indicado que el misil seguía una trayectoria dirigida al norte de su país.
Las fuentes militares de Yonhap han señalado que el misil balístico tuvo un alcance de unos 2.700 kilómetros y llegó a una altura máxima de 550 kilómetros.
Fuente: RT News