En el marco de las negociaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la industria automotriz es unos de los principales campos de batalla en el que Estados Unidos centrará sus esfuerzos para reducir el déficit comercial que presenta con México, sin embargo, hay más que sólo autos en riesgo.
La industria automotriz es el principal sector generador de divisas para México, por lo que un cambio en los flujos comerciales podría poner presión a la moneda mexicana.
El flujo neto de divisas que ingresó al país por ventas automotrices alcanzó un monto sin precedente de 33 mil 663 millones de dólares en el primer semestre de 2017, de acuerdo con las últimas cifras reportadas por el Inegi.
El monto acumulado en la balanza de este sector presenta un crecimiento a tasa anual de 12.48 por ciento.
La recuperación ocurre tras un 2016 lleno de baches y desaceleración. El año pasado, las exportaciones cayeron 1.48 por ciento, con lo que cortaron una racha positiva de 6 años consecutivos.
En 2015, la industria automotriz en México tuvo su mejor año, al alcanzar cifras record en exportaciones e importaciones, que la habían llevado a registrar el superávit más grande de su historia, por un monto de 63 mil 644 millones de dólares.
La semana pasada, al arranque de las negociaciones sobre el TLCAN, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, se lanzó contra el sector automotriz y aseguró que el tratado comercial ha fallado.
Sin embargo, los representantes de la industria se oponen a realizar cambios mayores.
“Ciertamente pensamos que un requisito específico (en las reglas de origen) de Estados Unidos complicaría enormemente la capacidad de las empresas, en particular las pequeñas y medianas, de aprovechar los beneficios del TLCAN”, dijo Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council, quien representa a GM, Ford y Fiat Chrysler.
Sus comentarios fueron repetidos por Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas Automotrices de Canadá, y también encontraron eco en Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
Las reglas de origen establecen el porcentaje necesario de componentes de un producto final fabricado en el bloque del TLCAN para que, al ser exportado entre los países miembros del tratado, no pague impuestos.
Entre enero y junio de este año, la balanza de la actividad turística acumuló un superávit sin precedente por 6 mil 291 millones de dólares, lo que representó un incremento de 16.20 por ciento, con relación al mismo periodo del año pasado. Con ello, el turismo se mantiene como la tercera fuente de divisas del país, solamente detrás del sector automotriz y de los ingresos por remesas familiares.
En el mismo periodo, el ingreso de remesas a México totalizó 13 mil 946 millones de dólares, lo que implicó un aumento de 5.9 por ciento.
Del lado de la salida neta de divisas, se ubicaron las actividades vinculadas con la industria petrolera de exportación. El déficit de la balanza del sector petrolero se incrementó a 8 mil 200 millones de dólares en los primeros 6 meses de este año, por arriba de los 5 mil 373 del mismo periodo de 2016.
Fuente: El Financiero