El gobierno de Trump advirtió que podría imponer nuevas sanciones a funcionarios venezolanos ante el intento del presidente Nicolas Maduro de reescribir la Constitución en medio de una crisis política cada vez más intensa con manifestaciones casi diarias pidiendo su salida.
“Lo que el presidente Maduro está tratando de hacer una vez más es intentar cambiar las reglas del juego”, dijo el martes Michael Fitzpatrick, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental. “Las acciones realizadas ayer bien pueden darnos nuevas razones para considerar sanciones adicionales”, añadió.
Fitzpatrick consideró que las decisiones tomadas por el gobierno de Maduro solo han logrado generar una crisis política, económica, social y humanitaria en su país. Indicó que las medidas del régimen sudamericano solo han polarizado a la sociedad al mismo tiempo que se aislaba del resto del mundo.
Recordó que la propia fiscal de Venezuela criticó la actitud de Maduro y el “rompimiento del orden constitucional”, todo esto mientras el país se sumía en la mayor hiperinflación del mundo, aumentando los casos de hambruna y generalizando la violencia.
Sobre la salida de Venezuela de la OEA, Fitzpatrick recordó que el proceso tomará cerca de dos años, durante los cuales el país sigue atado a sus obligaciones como estado miembro, incluyendo la defensa del régimen democrático.
El funcionario también negó que Estados Unidos tenga algún problema con Maduro, añadiendo que “francamente, el régimen tiene un problema con su propia gente”. Por ello, dijo que la OEA analiza la imposición de sanciones conjuntas contra Venezuela para evitar que el gobierno del país siga atacando a la población.
No obstante, dijo que la situación que vive Venezuela es responsabilidad de su población, por lo que cualquier solución duradera debe surgir desde el interior del país. La advertencia se da en un momento en que el Congreso de Estados Unidos pide a la administración Trump que actúe con mayor fuerza para controlar a Maduro.
Fuente: Staff