Las fuerzas estadounidenses entregaron a Corea del Sur los primeros elementos del escudo antimisiles THAAD, destinado a hacer frente a la creciente amenaza del vecino norcoreano pero que suscita el abierto rechazo de China.
Washington y Seúl anunciaron el inicio del despliegue antimisiles el 7 de marzo, explicando que permitirá luchar contra la amenaza de los misiles balísticos norcoreanos que el régimen de Pyongyang persiste en desarrollar a pesar de las sanciones internacionales.
Frente a la inflexibilidad del dirigente norcoreano Kim Jong-un, Estados Unidos opone ahora la política algo imprevisible del nuevo presidente Donald Trump, que dice estar dispuesto a resolver solo, si fuera necesario, el problema norcoreano.
En ese contexto, Estados Unidos decidió enviar a la región el portaaviones Carl Vinson y su flota aeronaval, que llegarán a Corea antes del fin de semana.
En paralelo Pyongyang anunció el éxito de «los más importantes» ejercicios de artillería jamás llevados a cabo en el país.
Por su parte la televisión surcoreana difundió imágenes de la llegada de imponentes camiones militares trayendo elementos del THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) al campo de golf donde se instalará, a 250 kilómetros al sur de Seúl.
Centenares de habitantes de la zona, preocupados por las consecuencias medioambientales del sistema, se manifestaron al llegar los vehículos, provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Fuente: El Financiero