Los policías de Nueva York pronto llevarán pequeñas cámaras adheridas a sus uniformes, después de resolver espinosos problemas como cuánto tiempo pueden mantenerlas encendidas y cuándo decirle a la gente que está siendo filmada, se anunció el viernes.
Se trata de un programa piloto ordenado por un juez a consecuencia de un fallo del 2013 de que la policía estaba siendo desproporcionadamente agresiva con negros e hispanos. En ese entonces muy pocos departamentos policiales tenían cámaras.
Unos mil 200 oficiales en el turno vespertino empezarán a llevar las cámaras a fines de este mes.
Pero el uso de los dispositivos ahora se ha generalizado por todo Estados Unidos tras una serie de muertes de individuos negros a manos de policías, y tras los asesinatos de policías en Nueva York, Dallas y Baton Rouge, Luisiana. Tanto policías como civiles argumentan que las cámaras ayudan a calmar situaciones que de otra manera llevarían a violencia.
La adopción de las cámaras por parte del Departamento de Policía de Nueva York quedó en suspenso mientras se decidía qué empresa contratar para la fabricación de los artefactos, y dónde almacenarlos.
El departamento hizo una consulta pública y trabajó con el Departamento de Supervisión Policial de la Universidad de Nueva York para analizar los resultados. Unos 25 mil ciudadanos comunes, además de 5 mil policías, respondieron el cuestionario anónimo, y la policía implementó cambios en base al resultado.
Uno de los cambios fue la norma de cuándo avisarle a un ciudadano que está siendo grabado.
«Para los neoyorquinos es sumamente importante saber cuándo están siendo grabados, y a los policía no les gusta decirles», dijo la subjefa policial Nancy Hoppock.
Se decidió que la policía no grabará toda interacción, a pesar de que esa es la preferencia del público, debido a que no hay suficiente capacidad de almacenamiento, y se podrían violar leyes de privacidad.
Fuente: Reforma