Lo que debía ser una noche de música en la Feria de Texcoco terminó en caos cuando el cantante Luis R. Conriquez anunció que no interpretaría corridos, género que lo catapultó a la fama y que incluye temas alusivos al narcotráfico y figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán. La respuesta del público fue inmediata: abucheos, agresiones, destrucción de instrumentos y el escenario convertido en un campo de batalla.
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Los hechos, ampliamente difundidos en redes sociales, provocaron que este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunciara al respecto en su conferencia matutina. Condenó los actos de violencia e hizo un llamado a no prohibir los géneros musicales, pero sí a evitar letras que hagan apología de la violencia, el narcotráfico o la misoginia.
“No se trata de censurar, sino de generar conciencia colectiva. No es opción de vida enaltecer a criminales o normalizar la violencia contra las mujeres. Necesitamos música que sume, no que destruya”, expresó la mandataria.
Luis R. Conriquez, originario de Sonora, explicó desde el escenario que no podía cantar corridos por respeto a la legislación del Estado de México, la cual sanciona con cárcel y multas a quienes hagan apología del delito en espectáculos públicos. A pesar de intentar continuar su show con otros temas, el descontento se volvió incontrolable.
“Mejor me voy pa’ la casa”, dijo resignado el cantante antes de ser evacuado junto con su equipo mientras el público destruía pantallas, bocinas e instrumentos.