El terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte de Birmania (Myanmar) ha destruido el 70% de Sagaing, una de las dos ciudades más cercanas al epicentro, según la Cruz Roja de Birmania. «El daño es realmente enorme», dice a Efe en una llamada Afrhill Rances, directora de comunicación para Asia-Pacífico de la Federación Internacional, e indica que sus socios de Cruz Roja Birmania afirmaron hoy que «el 70% de Sagaing está destruido».
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El municipio de Sagaing se encuentra a unos 17 kilómetros del epicentro del sismo. La otra ciudad más cercana, a una distancia similar, es Mandalay, la segunda mayor del país con alrededor de 1,5 millones de habitantes, de la que se ha podido obtener algo más de información desde el temblor. La junta militar que detenta el poder en Birmania desde el golpe de 2021 divulgó el sábado por la noche el último recuento provisional de víctimas, con al menos mil 644 muertos, tres mil 408 heridos y 139 desaparecidos. También hay al menos 17 muertos en la vecina Tailandia.
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En Mandalay, la segunda ciudad de Birmania y antigua capital, situada en el centro del país, las operaciones de rescate se suceden con la esperanza de sacar a los vivos de estos montículos de cascotes. Sólo allí, donde se desplazó ayer el jefe del régimen, Min Aung Hlaing, se han contabilizado al menos 694 muertos. «Los edificios que no han colapsado están inclinados, así que todo el mundo teme que se caigan. Nadie quiere volver a sus casas», afirma también a Efe un vecino de Mandalay que ayuda en la distribución de comida a las víctimas y prefiere no revelar su nombre.
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La situación en Sagaing es más incierta. La municipalidad, de unos 300 mil habitantes, se sitúa en la región homónima donde tuvo lugar el epicentro, una zona en la que guerrillas de minorías étnicas y fuerzas prodemocráticas han ganado terreno al Ejército en sus combates tras la asonada. «Creo que nadie ha podido obtener una idea clara de lo que realmente está ocurriendo en Sagaing», dice Rances.