En Los Ángeles, algunas noches quedan grabadas en la memoria con el brillo de un diamante. La de ayer en Dodger Stadium fue una de ellas.

Entre el rugido de 52,000 almas, una alfombra azul extendida sobre el diamante y una caja azul que contenía la joya más codiciada del beisbol, Dodgers cerró el capítulo del campeonato 2024 con la entrega de anillos que, esta vez, sí tuvo a la ciudad como testigo total.

La pieza, una obra maestra de la joyería Jostens, encierra la historia de una franquicia que ha vivido en la élite y que, tras la sequía pandémica de 2020, volvió a celebrar con todos los honores. Treinta y cuatro zafiros rodean la base del anillo, un tributo imborrable al legendario Fernando Valenzuela, ícono de Dodgers y del beisbol mexicano, quien falleció días antes de la Serie Mundial. Ocho diamantes representan cada uno de los títulos de la franquicia, y al abrirse, la pieza revela el Trofeo del Comisionado dentro del Dodger Stadium. Es, en esencia, un monumento portátil a la victoria.

CELEBRACIÓN HISTÓRICA DE LOS DODGERS

Cada una de las piezas que recibieron los peloteros, entrenadores y personal administrativo, brilla con la magia del legendario pitcher sonorense que provocó la Fernandomanía, un fenómeno que regresó a los aficionados a Chavez Ravine.

 

Anthony Anderson, el actor y devoto seguidor de Dodgers, fue el maestro de ceremonias, presentando uno a uno a los héroes de la temporada pasada. Shohei OhtaniFreddie FreemanClayton Kershaw y el mánager Dave Roberts se llevaron las ovaciones más sonoras, con el grito de “¡Fred-die!” resonando desde las gradas. La entrega fue solemne, pero no tanto como para evitar que Kiké Hernández, aún convaleciente por enfermedad, se pavoneara para recoger su anillo.

El último capítulo de la velada lo escribió Mookie Betts. Con la pizarra empatada 5-5 en la décima, sacudió un cuadrangular que convirtió el estadio en un volcán en erupción. Un batazo en el momento justo, en la noche perfecta. Los Dodgers vencieron a Tigers y se mantuvieron invictos en la temporada.

Los aficionados, que en 2021 vieron una celebración recortada por restricciones sanitarias provocadas por la pandemia covid, esta vez tuvieron su desfile, su ceremonia, su anillo y su épica en el diamante.

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