Un tribunal arrestó formalmente al alcalde de Estambul, un rival clave del presidente Recep Tayyip Erdogan, y ordenó su encarcelamiento a la espera del resultado de un juicio por cargos de corrupción. 

El alcalde Ekrem Imamoglu fue detenido tras un allanamiento en su residencia a principios de esta semana, lo que provocó la mayor ola de manifestaciones en las calles de Turquía en más de una década. También profundizó las preocupaciones sobre la democracia y el Estado de derecho en Turquía. 

Su encarcelamiento es ampliamente considerado como una maniobra política para eliminar a un importante contendiente de la próxima carrera presidencial, programada actualmente para 2028. Los funcionarios del gobierno rechazan las acusaciones de que las acciones legales contra figuras de la oposición están motivadas políticamente e insisten en que los tribunales de Turquía operan de manera independiente. 

La fiscalía informó que el tribunal decidió encarcelar a Imamoglu bajo sospecha de dirigir una organización criminal, aceptar sobornos, extorsión, grabar ilegalmente datos personales y manipulación de licitaciones. Se rechazó una solicitud para que fuera encarcelado por cargos relacionados con el terrorismo.

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Junto al alcalde, otras 47 personas también fueron encarceladas a la espera de juicio, incluyendo a un asistente clave y dos alcaldes de distrito de Estambul. Otros 44 sospechosos fueron liberados bajo control judicial. 

El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, indicó el domingo que 323 personas fueron detenidas la noche anterior por disturbios en las protestas. En las manifestaciones, en su mayoría pacíficas, cientos de miles de personas han salido en apoyo a Imamoglu. 

Sin embargo, ha habido algo de violencia, con la policía desplegando cañones de agua, gas lacrimógeno, gas irritante y perdigones de plástico a los manifestantes en Estambul, Ankara e Izmir, algunos de los cuales lanzaron piedras, fuegos artificiales y otros proyectiles a la policía antidisturbios. 

El arresto se produjo cuando más de 1.5 millones de miembros del Partido Republicano del Pueblo, o CHP, comenzaron a celebrar una elección primaria presidencial para respaldar a Imamoglu como su candidato presidencial. 

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Con Imamoglu como el único candidato, la primaria —anunciada el mes pasado— fue en gran medida una muestra simbólica de apoyo. 

El partido también ha establecido urnas simbólicas en todo el país para permitir que las personas que no son miembros del partido expresen su apoyo al alcalde. Multitudes se reunieron temprano el domingo para emitir una “boleta de solidaridad”. 

“Esto ya no es sólo un problema del Partido Republicano del Pueblo, sino un problema de la democracia turca”, indicó Fusun Erben, de 69 años, en un centro de votación en el distrito Kadikoy de Estambul. “No aceptamos que nuestros derechos sean usurpados tan fácilmente. Lucharemos hasta el final”, dijo. 

Hablando en un centro de votación en Bodrum, Turquía, el ingeniero Mehmet Dayanc, de 38 años, expresó temores de que “al final seremos como Rusia, un país sin oposición, donde sólo un hombre participa en las elecciones”.

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En un mensaje publicado en las redes sociales, Imamoglu instó a la gente a mostrar “su lucha por la democracia y la justicia al mundo entero” en las urnas. Advirtió a Erdogan que sería derrotado por “nuestra rectitud, nuestro coraje, nuestra humildad, nuestra sonrisa”. Los partidarios nacionales e internacionales criticaron la acción del tribunal. 

“Honestamente, estamos avergonzados por nuestro sistema legal”, afirmó el alcalde de Ankara, Mansur Yavas, un compañero miembro del CHP de Imamoglu, a los periodistas después de emitir su voto, criticando la falta de confidencialidad en los procedimientos. 

“Nos enteramos por los comentaristas de televisión sobre las acusaciones a las que ni siquiera los abogados tuvieron acceso, lo que demuestra cuán políticamente motivada ha sido toda esta situación”, declaró.