Terceras Home

Mecánica Nacional: María Amparo Casar

Publicado por
José Cárdenas

María Amparo Casar

En esta primera entrega de 2025, no hablaré de la demolición de la democracia que comenzó en el sexenio pasado y que se constitucionalizó con las reformas propuestas por López Obrador el 5 de febrero del 2024 y que promete profundizarse con las que ha planteado la nueva presidenta. En esta materia hay continuidad por doble vía. Porque Sheinbaum no hizo nada por ponerle un alto a las más nocivas como la del Poder Judicial o la de la desaparición de los órganos autónomos y porque ya está planteando una reforma electoral que resta funciones y autonomía al INE y busca desaparecer la representación proporcional.

El propio ministro Juan Luis González Alcántara lo expresó con gran contundencia en el discurso de apertura de sesiones de la SCJN el seis de enero: La Constitución sobrevivió, dijo, “por la voluntad de encararla de frente, de respetar las peculiaridades que su propia estructura dictaba, pero esa voluntad parece haber flaqueado”.

En efecto, se ha consumado legalmente la construcción del segundo piso del autoritarismo.

Hay sin embargo otra continuidad igualmente nociva. Nadie podría exigirle a la presidenta que recién iniciado su sexenio presente resultados en alguno de los grandes problemas nacionales que son mucho y muy graves

Lo que sí se podría exigir son señales de que la mecánica de gobierno cambiase a partir de los notables fracasos del gobierno anterior en educación, salud, empresas del Estado, inversión en infraestructura y el menor crecimiento de los últimos 36 años (0.85%). De otra manera los resultados serán los mismos o peores que los que obtuvo López Obrador. No se pueden esperar efectos distintos si se aplica la misma medicina.

Muchos de esos fracasos se debieron a dos factores. El primero, la ausencia de personal capacitado para los altos puestos de la administración pública y el desmantelamiento de una estructura profesional de carrera que se fue formando, sí, en los años del neoliberalismo. La presidenta continuó, con salvedades notables como Omar García Harfuch, privilegiando la lealtad al movimiento sobre la capacidad y la experiencia.

Casi la mitad del gabinete ampliado de AMLO repitió o preservó algún puesto entre los mando medios y superiores.

El segundo es la forma improvisada y alejada de las mejores prácticas en la formulación de políticas públicas. La mecánica sigue siendo la misma.

Surge una idea y se procede sin mayor reflexión de los objetivos que se quieren lograr, sin apoyo en diagnósticos precisos de la situación que se quiere resolver y sin estudios de factibilidad y rentabilidad económica y social.

Así comenzó AMLO con la eliminación del NAIM y la construcción del AIFA, de la Refinería Dos Bocas, del Tren Maya, del Gas Bienestar, del INSABI, de la vacuna Patria, de la restructuración de aduanas, de la venta del avión presidencial o de la “adquisición” de Mexicana de Aviación.

Así parece Sheinbaum estar tomando las decisiones a inicios de su sexenio: la creación de una empresa constructora de viviendas del bienestar, el anuncio de coches eléctricos que se estrenarán en el mundial de futbol de 2026, la construcción de los trenes de pasajeros AIFA-Pachuca y México-Querétaro, de los tramos Saltillo-Nuevo Laredo y Querétaro-Irapuato, así como la transformación del Tren Maya en un sistema ferroviario de carga.

La mecánica de toma de decisiones se repetirá en lo referente a las transferencias en efectivo que se hacen pasar por programas sociales prioritarios. Coneval que dejará de existir no será referente (a decir verdad, no lo fue tampoco con AMLO) para la evaluación de la política social.

Más arriba dije, que las políticas públicas se definían e implementaban “sin mayor reflexión de los objetivos que se quieren lograr, sin apoyo en diagnósticos precisos de la situación que se quiere resolver y sin estudios de factibilidad y de rentabilidad económica y social”. Creo que estoy equivocada.

Como en el caso de López Obrador los objetivos que se buscan están muy claros: perpetuarse en el poder. Los diagnósticos también: número de beneficiarios potenciales. Los estudios de rentabilidad también: número de votos. Se trata pues de objetivos políticos y rentabilidad electoral.

En eso, López Obrador acertó y Claudia Sheinbaum seguirá acertando. Es la nueva mecánica nacional. Hasta que la realidad los alcance.

 

Compartir:
Compartir
Publicado por
José Cárdenas