El Museo de Arquitectura Maya Baluarte de la Soledad en Campeche, exhibe a partir de este fin de semana y por tiempo indefinido una pieza fundamental del arte prehispánico: la máscara de jade de Calakmul, cuya creación se calcula del 660 al 750 después de Cristo.
“Es una joya importante para entender la visión del universo y la muerte entre los mayas prehispánicos”, explicó a EFE Adriana Velázquez Morlet, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, sobre la exposición denominada ‘La máscara de Calakmul. Universo de Jade’
La máscara de jade, hallada en 1931 por el biólogo Cyrus Lundell, estuvo varios años resguardada en la zona arqueológica de Calakmul, Campeche, hasta que arqueólogos de la Universidad del estado y el INAH la redescubrieron el 12 de diciembre de 1984 durante las excavaciones.
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Este año se cumplen 40 años del hallazgo de la máscara de jade, pero hasta el momento se desconoce a qué soberano perteneció, “no se sabe, porque no había inscripciones en la tumba”, precisó Velázquez Morlet. En la tumba estaba la máscara, el pectoral y el peto de cuentas, como parte de un ajuar funerario en la Tumba I de la Estructura VII.
Al morir, el soberano maya, un hombre de 25 a 35 años y 1,60 metros de estatura, fue revestido de la cabeza a los pies con más de dos mil piezas de jade. Portaba una banda frontal en su cabeza, un par de ajorcas en su pantorrilla, un cinturón ceremonial, un faldín de tela o piel, cuentas y pequeñas placas de jade bordadas.
Además, un anillo grueso, un collar del peto, brazaletes y como elemento central un collar de grandes cuentas redondas, con dos barras ceremoniales y el pectoral de jade imperial con el símbolo de ik’ (dios del viento) que expresa la divinidad intangible.
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La máscara, una obra de arte prehispánica que se compone de 57 teselas de jade, dos cuentas de obsidiana y una concha, representa el rostro de un gobernante de la dinastía Kanu´l. La nariz y labios están hechos en una sola pieza, los ojos se simulan con dos pupilas de obsidiana gris sobre dos círculos de concha nácar y las cejas son de pirita.
Las orejeras tienen la forma de una flor de cuatro pétalos que representa el modelo cosmogónico mesoamericano de cuatro esquinas y un centro. Bajo la barbilla una mariposa extiende sus cuatro alas de jade, símbolo del alma del difunto soberano y se relaciona con el viento.
El jade, componente esencial de las máscaras funerarias de los soberanos mayas, se asociaba al agua y se relacionaba con el cielo y el mar primordial de la creación, como símbolo de aliento vital, fertilidad y renacimiento.
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La exposición ‘La máscara de Calakmul. Universo de Jade’, busca atraer a miles de turistas que llegan a esta entidad a través del Tren Maya y, por el momento, el Centro INAH Campeche no tiene planes para exhibirla en otro estado de México o fuera del país. EFE