El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Joe Biden, anunció este lunes un paquete de asistencia de seguridad de 2,500 millones de dólares destinado a Ucrania, en un esfuerzo por reforzar su capacidad defensiva frente a la agresión rusa antes de que el presidente electo, Donald Trump, asuma el cargo el próximo 20 de enero.
¿Qué incluye el paquete?
La ayuda se divide en dos componentes principales:
1.1,250 millones de dólares bajo el concepto de “paquete de reducción militar”, que permitirá al Departamento de Defensa transferir armas directamente desde sus inventarios a Ucrania de manera inmediata. Este lote incluye drones, misiles guiados, sistemas antitanque, municiones para los cohetes HIMARS y piezas de repuesto.
2.Otros 1,220 millones de dólares serán financiados a través de la Iniciativa de Asistencia de Seguridad de Ucrania, destinada a la compra de equipos y suministros adicionales.
En un comunicado oficial, Biden expresó: “Hoy, estoy orgulloso de anunciar casi 2,500 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania, cuando el pueblo ucraniano continúa defendiendo su independencia y libertad de la agresión rusa.”
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Un esfuerzo coordinado internacional
El Secretario de Estado, Antony Blinken, destacó que más de 50 países están trabajando en conjunto para garantizar que Ucrania tenga las capacidades necesarias para defenderse. Esta acción reafirma el compromiso internacional frente al conflicto, que ya había sumado un paquete adicional de casi 1,000 millones de dólares en ayuda militar a inicios de diciembre.
Cambio de dirección bajo Trump
La victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre ha generado incertidumbre sobre el futuro de la asistencia estadounidense a Ucrania. El presidente electo ha cuestionado públicamente la efectividad de esta ayuda y declarado que podría negociar un alto al fuego en Ucrania “en cuestión de horas”. Ante este escenario, la administración saliente de Biden busca agilizar el envío de recursos antes del cambio de gobierno.
El paquete de ayuda refleja los esfuerzos de la administración Biden para fortalecer la posición de Ucrania en el conflicto mientras se prepara para posibles cambios en la política exterior bajo la próxima presidencia.