Uno de los más graves efectos del conflicto ucraniano que este martes cumple mil días son los diez millones de personas, casi la cuarta parte de la población nacional antes de la guerra, que viven desplazados de sus hogares por la guerra, entre ellos 6,7 millones de personas exiliadas en otros países.
En términos de refugiados, Ucrania ha sido la mayor crisis vivida en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, superando de lejos los dos millones y medio de huidos a otros países que provocaron las guerras en la antigua Yugoslavia en años 90 del siglo pasado.
El territorio ucraniano, que contaba con unos 43 millones de habitantes antes del inicio de la guerra, ahora tiene unos 37 millones según cifras de Naciones Unidas, por lo que ha pasado de ser la octava a la novena nación más poblada de Europa, al ser superada por Polonia, principal país de acogida de refugiados ucranianos.
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«Cuando la guerra a gran escala comenzó en febrero de 2022, esta crisis se convirtió en uno de los éxodos de refugiados más rápidos que se han visto desde 1945″, recordó a EFE la portavoz internacional en Ucrania de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Elisabeth Haslund.
En efecto, a mediados de marzo de aquel año, en apenas dos semanas, ya se habían marchado del país tres millones de personas, y quedan en el recuerdo aquellas imágenes de largas hileras de automóviles esperando en las fronteras con los países limítrofes al oeste: Polonia, Eslovaquia, Rumanía, Hungría y Moldavia.
En mayo de 2022 la cifra se había doblado ya hasta los seis millones, un número que se ha mantenido muy estable desde entonces, mientras que el de desplazados internos ha variado mucho durante los dos últimos años, en función del desarrollo del conflicto.
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«Ahora dentro de Ucrania los desplazados son unos cuatro millones, pero la cifra aumenta a diario, especialmente desde agosto, con evacuados de poblaciones en la línea de frente. Desde ese mes hemos tenido por ejemplo 130 mil personas huidas de la región de Donetsk«, explicó Haslund.
El pico de refugiados y desplazados en Ucrania se alcanzó posiblemente en el verano de 2022, cuando esas cifras sumaban alrededor de 14 millones de personas lejos de su hogar, y aunque algunas lograron regresar en zonas liberadas de la invasión rusa o alejadas del frente, el éxodo sigue siendo enorme.
«Desde ACNUR seguimos sin promover el retorno de refugiados a Ucrania, porque la situación de seguridad, con ataques casi a diario, sigue suponiendo una amenaza», subrayó la portavoz local de ACNUR.
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Los países de acogida de los refugiados, en su mayoría europeos, han variado desde el inicio de la guerra: si en los meses iniciales fueron las naciones vecinas a Ucrania las que tuvieron que asumir los mayores esfuerzos, pronto se unieron las grandes economías.
Actualmente, Polonia sigue siendo el país con más refugiados ucranianos (1,8 millones), seguido de Alemania (1,2 millones) y a continuación se sitúan República Checa (623.000), Reino Unido (251.000) y España (216.000).
«Hemos sido testigos de una solidaridad increíble, tanto en contribuciones financieras como en acogida a refugiados. Ucrania no está en las noticias de la misma forma que cuando comenzó la invasión a gran escala, pero la ayuda continúa, una muestra de que Ucrania no ha sido olvidada», subrayó la portavoz de ACNUR.
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Los sondeos que realiza ACNUR indican que la mayoría de los ucranianos huidos a otros países siguen queriendo regresar a su país pasados ya más de dos años, aunque admiten dudas ante la dificultad de encontrar trabajo y de garantizar su seguridad si vuelven.
Las dudas sobre el futuro de la guerra, y si el signo de ésta cambiará con la llegada a la Administración norteamericana de Donald Trump, también pesan sobre el futuro del éxodo ucraniano. Un hipotético acuerdo de paz, ¿significaría el regreso de millones de personas, o precipitaría aún más movimientos de población si hay cesiones de territorio a Rusia? Lo veremos, quizá, en 2025. EFE