Alejandra Cullen, analista política, comentó que el segundo piso de la cuarta transformación reiteró su absoluto desprecio por la defensa de los derechos humanos. El segundo piso de la cuarta transformación como con 30 mil muertos al año, no se atreve a desaparecer la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como quieren hacer con el resto de los órganos autónomos, simplemente la inhabilitan. Poner a Rosario Ibarra de Piedra, hace que la CNDH no sirva de nada, no estorbe al poder y tenga manga ancha para hacer don los ciudadanos lo que les dé la gana.