Al menos 11 personas han muerto y decenas más han resultado heridas tras los ataques aéreos israelíes que devastaron el sábado algunas zonas del centro de Beirut, mientras los diplomáticos se esforzaban por negociar un alto el fuego en el país. El ataque destruyó un edificio de ocho plantas, dejando un cráter en el suelo, y fue el cuarto en la capital libanesa en menos de una semana.
La defensa civil libanesa declaró que el número de muertos era provisional, ya que los equipos de emergencia seguían excavando entre los escombros en busca de supervivientes. Otro ataque con dron en la ciudad portuaria de Tiro, en el sur del país, causó la muerte de una persona e hirió a otra, según la Agencia Nacional de Noticias.
El Ejército israelí no emitió ninguna advertencia para que los residentes evacuaran antes de los ataques en el centro de Beirut y no quiso hacer comentarios sobre esos ataques ni sobre el de Tiro.
La noticia se produce mientras continúan los intensos combates terrestres entre las fuerzas israelíes y los militantes de Hezbolá en el sur del Líbano, con las tropas israelíes alejándose cada vez más de la frontera.
El enviado de EE.UU., Amos Hochstein, viajó esta semana a la región en un intento de negociar un acuerdo de alto el fuego que ponga fin a los más de 13 meses de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, que se han intensificado hasta convertirse en una guerra total en los últimos dos meses.
Más de 3.500 personas han muerto y más de 15.000 han resultado heridas por los bombardeos israelíes en Líbano, según el Ministerio de Sanidad libanés. Al parecer, 1,2 millones de personas, es decir, una cuarta parte de la población libanesa, se han visto desplazadas por los combates. Por parte israelí, unos 90 soldados y casi 50 civiles han muerto por el impacto de cohetes, aviones no tripulados y misiles en el norte de Israel y en los combates en Líbano.
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