El Premio Nobel de la Paz fue otorgado a la organización japonesa Nihon Hidankyo, que agrupa a los sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki de 1945, en reconocimiento a su incansable labor por un mundo libre de armas nucleares. Fundada en 1956, Nihon Hidankyo ha sido una voz clave en la lucha contra las armas nucleares, destacando con sus testimonios el devastador impacto de estos armamentos y subrayando la urgencia de que nunca vuelvan a ser utilizados.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Nobel noruego, señaló que la decisión de premiar a Nihon Hidankyo se basa en “sus esfuerzos a favor de un mundo sin armas nucleares” y la forma en que han demostrado, a través de sus relatos personales, la necesidad de prohibir definitivamente el uso de estas armas. Frydnes también expresó preocupación por el debilitamiento del consenso global sobre la prohibición de las armas nucleares, subrayando que el veto sobre su uso está actualmente “bajo presión”.
El copresidente de Nihon Hidankyo, Toshiyuki Mimaki, expresó su sorpresa y emoción al enterarse de que la organización había sido galardonada con el prestigioso premio. “Nunca soñé que esto podría suceder”, declaró Mimaki, quien, al igual que muchos sobrevivientes, ha dedicado gran parte de su vida a relatar los horrores vividos durante los ataques nucleares y a luchar por la paz mundial.
El Comité Nobel destacó que este galardón subraya la necesidad urgente de defender el veto nuclear y apeló a la responsabilidad de las potencias nucleares para evitar que el mundo vuelva a enfrentarse a una tragedia como la de Hiroshima y Nagasaki.