Más de 2 mil personas han fallecido y más de 9 mil 500 han resultado heridas en Líbano en el último año debido a una serie de ataques aéreos llevados a cabo por Israel, según informó la Presidencia del Consejo de Ministros de Líbano este viernes. Aunque los ataques han sido constantes, la mayoría de las víctimas se han registrado en las últimas dos semanas, cuando los bombardeos israelíes se intensificaron, concentrándose principalmente en el sur y este del país, así como en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahye, que han sufrido graves daños.
De acuerdo con el informe, Israel ha realizado un total de 153 ataques en varias zonas del país, afectando gravemente la infraestructura y la vida civil. En respuesta a los bombardeos, al menos tres hospitales en Líbano, incluyendo el Hospital de Santa Teresa en los suburbios del sur de Beirut, han suspendido sus actividades debido a la proximidad de los ataques. Otros dos hospitales en el sur del país también han cerrado temporalmente, según reportó la agencia nacional de noticias (ANI).
En medio de este conflicto, la situación ha cobrado relevancia tras la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, quien fue asesinado el 27 de septiembre en un bombardeo israelí en el sur de Beirut. Según una fuente cercana al grupo, Nasrallah fue enterrado provisionalmente en un lugar secreto para evitar que los funerales sean objetivo de nuevos ataques por parte de Israel. El movimiento proiraní ha decidido retrasar la celebración de las exequias hasta que la situación de seguridad lo permita. El rito chiita permite entierros temporales en circunstancias excepcionales, como lo ha sido la amenaza constante de ataques aéreos.