Los combatientes de Hezbolá apuntaron «contra una fábrica de materiales explosivos», dijo la formación proiraní en un comunicado.
Según un corresponsal de AFP, el ejército israelí bombardeó el sur de Líbano, donde hace tres semanas inició una vasta ofensiva aérea y terrestre contra Hezbolá.
El portavoz militar para el público de habla árabe, Avichay Adraee, ordenó el sábado a los habitantes del sur de Líbano «no regresar a sus casas» por su «propia seguridad».
Los disparos coinciden con la fiesta del Yom Kipur, que Israel celebra desde el viernes por la noche hasta la puesta de sol de este sábado.
Durante este «día de expiación», que constituye la fiesta más importante del judaísmo, el país se detiene: las fronteras, los aeropuertos y la mayoría de los comercios permanecen cerrados y el transporte público está suspendido.
Pero con el país en guerra contra Hezbolá en Líbano y el movimiento palestino Hamas en la Franja de Gaza, ambos aliados y apoyados por Irán, las tropas israelíes continuaron con los combates en las fronteras norte y sur en medio de una lluvia de críticas porque cinco cascos azules de la ONU resultaron heridos en Líbano desde el jueves.
Horas antes del inicio del Yom Kipur, Israel enfrentó una ola de condenas internacionales tras un «ataque» a una posición de la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Líbano, la Finul.
El ejército israelí aseguró que disparó en dirección a una «amenaza» cerca de la posición de las fuerzas de la ONU y aseguró que está llevando a cabo una investigación para esclarecer lo ocurrido.
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