La tensión en el Líbano se intensificó cuando varios walkie-talkies utilizados por Hezbolá explotaron en el sur del país y en los suburbios de Beirut. Según informaron una fuente de seguridad y un testigo, estas detonaciones ocurrieron un día después de que una serie de explosiones similares afectaran a miembros del grupo militante a través de buscapersonas, lo que avivó aún más las tensiones con Israel. La agencia estatal de noticias informó que tres personas murieron en la región de Bekaa y más de 100 resultaron heridas en la última explosión de un dispositivo.
Las explosiones más recientes ocurrieron cerca de un funeral organizado por Hezbolá en honor a las víctimas de los atentados del día anterior, que dejaron un saldo de 12 muertos, incluidos dos niños, y casi 3 mil heridos. Entre los afectados se encontraban muchos combatientes del grupo y el enviado iraní a Beirut.
El grupo militante, respaldado por Irán, fue sorprendido por la serie de explosiones, lo que provocó caos temporal entre sus filas. En respuesta, Hezbolá lanzó cohetes hacia posiciones de artillería israelí, marcando el primer ataque contra Israel desde los atentados, lo que aumenta la preocupación por una posible escalada bélica en la región.
La agencia de inteligencia israelí, estaría detrás de las explosiones. Supuestamente, el Mossad habría colocado explosivos en los bípers importados por Hezbolá meses antes, en una sofisticada operación de espionaje. Estos dispositivos, comprados junto con los walkie-talkies hace cinco meses, fueron los que detonaron el martes, provocando múltiples víctimas entre las filas de Hezbolá.