Miles de amantes de la cerveza celebraron en el recinto ferial de Múnich ser los primeros en chocar sus jarras durante la mayor fiesta popular del mundo.

Los camareros empezaron inmediatamente a repartir bandejas -cada una con hasta ocho jarras de cristal– entre las mesas. Los asistentes empezaron a chocar sus jarras y a beber grandes tragos de cerveza en el calor sofocante de la carpa.

El festival de este año incluye un refuerzo de la seguridad tras un ataque mortal con cuchillo en Solingen, ciudad situada a unos 470 kilómetros al noroeste de Múnich. El 23 de agosto, tres personas murieron y otras ocho resultaron heridas, y el grupo Estado Islámico reivindicó la autoría del ataque, sin aportar pruebas.

Como consecuencia, los organizadores añadieron detectores de metales al dispositivo de seguridad por primera vez en la historia de la Oktoberfest, pero afirmaron que no había amenazas concretas.

Decenas de miles de personas se alinearon en las calles a primera hora del sábado para presenciar el desfile inaugural, mientras otros corrían a reclamar mesas en el interior de las carpas.

Cotilleaban, jugaban a las cartas y paseaban por el recinto ferial para echar un vistazo a las opciones gastronómicas y a las atracciones del parque de atracciones para matar el tiempo antes de empezar a beber.

Los asistentes se lanzaron a la carrera por el recinto ferial a las 9 de la mañana, en cuanto se abrieron las entradas, a pesar de los intentos de los agentes de seguridad por mantener el orden.

Se esperan unos seis millones de visitantes a lo largo de los 16 días del festival -hasta 600.000 cada día-, que pueden desembolsar entre 13,60 y 15,30 euros por una jarra de cerveza de un litro. Los precios de este año son aproximadamente un 3,87% más caros que los de 2023.

Mikael Caselitz, de 24 años, nació y creció en Múnich y lleva años asistiendo a la Oktoberfest. Dice que todo el mundo debería viajar a Múnich al menos una vez en la vida.

Ollie Standen se despertó a las 6 de la mañana para ponerse en la cola del Oktoberfest, donde la cerveza empieza a fluir a mediodía. Este inglés de 21 años se encuentra este año en Múnich para participar en un programa de intercambio universitario, y un amigo de la ciudad le dijo que tenía que unirse a la fiesta.

Dice que está deseando probar diferentes cervezas alemanas que no suelen encontrarse en el Reino Unido. «Es una gran tradición alemana y estoy encantado de estar aquí», afirma Standen.

El evento no se celebró en 2020 y 2021 porque las autoridades se enfrentaban al COVID-19, pero volvió en 2022. La primera Oktoberfest se celebró el 17 de octubre de 1810 para festejar la boda del príncipe heredero Luis de Baviera con Teresa de Sajonia.