El exgobernador de Puebla Mario Marín, acusado de ordenar la tortura de la periodista Lydia Cacho tras revelar ella una red de pederastia que lo involucró, salió este miércoles de la cárcel para estar ahora en arresto domiciliario.
Medios locales de Puebla captaron al exmandatario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) llegar a su casa en el municipio de Xilotzingo escoltado por la Guardia Nacional tras haber estado cuatro años en el Centro Federal de Readaptación Social 1, conocido como ‘el Altiplano’, en el Estado de México.
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Cacho, quien huyó de México por temor a represalias, denunció que la jueza Angélica Ortuño Suárez, en Quintana Roo, ordenó excarcelar a Marín porque la Fiscalía General de la República (FGR) no acreditó la necesidad de mantenerlo en prisión en lo que concluye su juicio.
«No ha sido exonerado Mario Marín, sin embargo, es un preso peligroso para mí, para mis testigos y mi familia», advirtió la periodista tras la orden de la jueza. EFE