El presidente Andrés Manuel López Obrador, descartó reunirse con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, para dialogar sobre la reforma judicial tras las críticas la semana pasada sobre que la iniciativa pone en riesgo la democracia y el comercio entre ambos países.
“No habrá encuentro con Salazar. Ese es un asunto de los mexicanos y se está resolviendo en las instituciones de nuestro país y ahí le andan buscando la forma, dándole la vuelta, diciendo: ‘no, es que como hay un tratado comercial nos podemos meter’”, señaló el mandatario durante su conferencia matutina.
El mandatario respondió a las declaraciones del representante de Washington, quien la semana pasada ofreció colaboración y un “diálogo honesto y abierto” sobre la reforma judicial impulsada por el presidente, quien propone elegir a jueces por voto popular, lo que ha provocado tensión entre ambas naciones.
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Además, en días anteriores, Salazar advirtió que la reforma podría afectar la relación comercial con Estados Unidos, y facilitaría la intromisión del crimen organizado en la justicia, lo que provocó que México enviara una nota de protesta a Washington por las declaraciones.
López Obrador criticó que se utilice como pretexto el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para oponerse a su reforma judicial.
“Diálogo siempre debe haber, el asunto es que los temas relacionados con México, pues nos corresponden a nosotros, no pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero, a tratar asuntos que solo corresponden a los mexicanos, es un principio básico de independencia de soberanía”, expuso.
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Explicó que, a pesar del tratado comercial con Estados Unidos, eso no implica que gobiernos extranjeros puedan tener injerencia en asuntos nacionales.
“El tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía, el tratado es comercial, es para tener una buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un estado asociado”, aseveró. Asimismo, negó que existiera pleito entre Salazar y su gobierno.
“No es pleito, no. Es nada más aclarar que somos países independientes y soberanos, muy respetuosos de nuestra relación de amistad, de cooperación, pero no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país, esa no es la función de un embajador”, zanjó. EFE