La activista trans Susana Barrales, directora de La Casita de Unión Trans, un albergue exclusivo para migrantes y refugiados trans, fue víctima de un atentado cuando personas desconocidas intentaron prenderle fuego a su hogar, en Tijuana, frontera con Estados Unidos.
A través de un video compartido en su red social de Facebook, la activista mostró el momento en el que ardía en llamas una estructura afuera de su casa, justo en la puerta de su entrada, de la cual se percató minutos después de que llegó a su hogar, luego de haber estado fuera por trabajo.
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“Como pueden ver, alguien vino y quiso incendiar la casa donde estoy”, dijo en el video, mostrando la fachada de su hogar, mientras se observa también cómo intenta apagar el fuego, en un hecho ocurrido el jueves por la noche.
Barrales confirmó de manera breve en redes sociales que, “anoche tuve un pequeño percance, ya no sé qué pensar, pero bueno, eso no me detiene, seguiré trabajando, seguiré luchando”.
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“Estoy un poquito sacada de onda, pero seguiré luchando. Gracias a la Casita de Unión Trans por apoyar a la comunidad (…) y nada, aquí seguimos trabajando”, expuso.
A principios de agosto, EFE documentó las amenazas y cobros de piso que el crimen organizado ha realizado a activistas y albergues en Tijuana, en esa ocasión Barrales compartió que “las amenazas de muerte” que ha recibido anteriormente “son relacionadas por el albergue”, por lo que ahora vive con un botón de pánico que lleva para todos lados.
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En esa ocasión detalló que este año ha recibido «cuatro amenazas de muerte, me han roto los cristales del carro y me han hecho muchas cosas más fuertes, muchas compañeras se han ido (de Tijuana) por esa situación, pero nosotras seguimos, continuamos enfrentando la realidad”. EFE