Gerardo Fernández Noroña, en voz alta, subrayó la importancia de la reforma judicial al proponer que el pueblo de México elija a los jueces mediante voto universal, secreto y directo. Argumentó que el Poder Judicial ha excedido sus atribuciones al ponerse «por encima de los poderes de la República» y calificó al sistema como «profundamente corrupto». Ante esta situación, enfatizó la necesidad de una «verdadera reforma» que fortalezca la defensoría del pueblo, especialmente para proteger a los sectores más humildes que no pueden costear una defensa legal adecuada.