La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, lanzó una invitación al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, «abrir la puerta al diálogo» a construir una propuesta de reforma al Poder Judicial «distinta»
Piña reconoció que se «necesita una reforma» al Poder Judicial la cual, dijo, «debe incluir cambios en la Judicatura Federal» y que para que «haya soluciones que atiendan las principales necesidades es indispensable considerar el problema de manera integral».
«La realidad es que la reforma no aborda el problema de raíz. Por eso, quiero aprovechar esta oportunidad para invitar, tanto al presidente López Obrador, como a la virtual presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum, a sumarse a este diálogo plural, y a que nos abran la puerta para que podamos compartirles los hallazgos de este Encuentro Nacional y analizar así, cómo afecta la reforma no solo el futuro de la justicia, sino de todo nuestro país», dijo Piña desde el Centro Cultural Universitario Tlatelolco en Ciudad de México.
En el ‘Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia’, convocado por el Poder Judicial de la Federación (PJF), Piña, quien ha sido criticada de manera constante por López Obrador, encabezó el último de los 14 foros.
En su discurso, la ministra señaló que «lo peor que podríamos hacer es acelerar un diagnóstico, o bien, hacer pensar que la solución está en remover a quienes estamos enfrentando este reto como parte de un sistema, pero no es el sistema en su conjunto».
«No podemos caer en la salida fácil. No podemos empezar de cero. El contexto tan complejo que vive México no permite la improvisación. Ello no beneficiará a los justiciables, al contrario, supone un retroceso en la protección de los derechos humanos de las personas, poniendo en riesgo la continuidad de la impartición de justicia en nuestro país», apuntó Piña.
Piña señaló que «si la Reforma Judicial se aprueba en sus términos ya no llegará la persona más capacitada al puesto. No llegará la persona que pasó años estudiando, preparándose para opositar, sino la más popular, la que supo relacionarse bien con los ‘grupos de poder’ que, irónicamente, es uno de los argumentos de esta reforma, es decir, se provocará lo que se intenta erradicar». EFE