A tan solo dos días de la ceremonia de inauguración de los Olímpicos, las autoridades francesas informaron el miércoles sobre la frustración de varios planes destinados a desestabilizar el evento deportivo. Francia ha estado en alerta máxima en las últimas semanas mientras realiza los preparativos finales para la justa olímpica, que comenzará oficialmente el viernes con una fastuosa ceremonia sobre el río Sena bajo estrictas medidas de seguridad.
La fiscalía de París anunció el arresto de un hombre de 40 años, nacido en Rusia, bajo sospecha de intentar desestabilizar los Olímpicos. El sospechoso fue acusado de «conducir trabajo de inteligencia a solicitud de una potencia extranjera» con el objetivo de «provocar hostilidades en Francia», un delito que conlleva una pena de hasta 30 años de prisión. Durante la búsqueda en su domicilio, los agentes de policía encontraron artículos que suscitaron preocupación sobre su intención de organizar eventos para desestabilizar los Olímpicos.
En respuesta a estas amenazas, París ha movilizado 35,000 agentes de policía diariamente durante los Olímpicos, aumentando a 45,000 para la ceremonia de apertura. Además, 10,000 soldados participarán en las operaciones de seguridad en la región de París, con una fuerza militar de 10,000 hombres patrullando las calles y sitios claves.