Integrantes de la Iglesia Católica han emitido un llamado urgente al gobierno federal y estatal para restablecer el estado de derecho en los municipios de la Sierra de Chiapas, frontera con Guatemala, donde se registran violentos enfrentamientos entre cárteles que disputan el control del territorio para el tráfico de drogas, armas y migrantes. Esta situación ha provocado derramamiento de sangre, terror entre la población y desplazamientos forzados.
En un comunicado firmado por Jaime Calderón Calderón, obispo emérito de la Diócesis de Tapachula y arzobispo electo de León, Guanajuato, junto con 15 sacerdotes, se acusó a Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, de ser cómplices e indiferentes ante la violencia que desde hace dos años afecta a los municipios y comunidades de la Sierra Madre. Además, denunciaron que se ha ordenado al Ejército Mexicano y a la Guardia Nacional no intervenir para proteger a la población.
«¿Hasta cuándo van a vivir tratando de esconder una realidad triste y dolorosa que nosotros cargamos día a día?», cuestionaron los religiosos en el escrito.
El comunicado también detalló las condiciones de vida de las comunidades afectadas: «Al rezago y la pobreza ancestral que han padecido, ahora tienen que sumar vivir secuestrados en sus comunidades, pagar el derecho de piso al cártel que les corresponda según dónde vivan, ser obligados por turnos a estar en los retenes que impiden el libre tránsito, pagar altos precios por la escasa mercancía disponible y, recientemente, ser amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga».
Los religiosos pidieron a las fuerzas de seguridad que intervengan y defiendan a la población de sus agresores, ya que hombres, mujeres, niños y adultos mayores están viviendo en condiciones de esclavitud y sometimiento en pleno siglo XXI. «No los necesitamos teniendo destacamentos que vivan entre nuestra gente solo como espectadores», reclamaron.
Denunciaron que los cárteles disponen a su antojo de la población, mientras que la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano permanecen inactivos ante el sufrimiento diario de los ciudadanos. También admitieron que los cárteles controlan a las comunidades mediante personas locales a quienes pagan para que olviden el sufrimiento y la muerte de sus propios hermanos.
«La pobreza y el abandono de décadas, unido a la ambición por el dinero fácil, ha sido el caldo de cultivo que está desembocando en esta situación de desesperación, sufrimiento y muerte lenta de nuestros hermanos de la Foranía Sierra», agrega la misiva.
La Iglesia Católica también hizo un llamado a las personas de las comunidades que colaboran con los cárteles de la droga a que se arrepientan y enmienden su camino. Asimismo, instaron a los habitantes de la Sierra a no guardar silencio sobre la violencia y el derramamiento de sangre al que están sometidos.
Finalmente, hicieron un llamado para que la transición en el gobierno federal y estatal no sea un argumento para dejarlos en el olvido en la próxima administración, y pidieron a los ciudadanos con familiares y conocidos fuera de la comunidad y del estado de Chiapas que ayuden a dar a conocer la situación que están viviendo.